La fuerza de los ángeles nos conecta con el núcleo de nuestros ser, conecta el ser divino que mora en nosotros. Así podemos percibir quiénes somos en realidad, qué capacidades y posibilidades poseemos y cuáles queremos desarrollar. Y podemos identificar qué nos impide, nos limita. Estos bloqueos son como los velos suspendidos ante la luz. Los Arcángeles tienen la capacidad de retirar esos velos aumentando nuestra vibración energética (de los centros energéticos chacras). Es importante recordar que nuestro estado emocional y espiritual está determinado por diferentes niveles de vibración. Si el nivel de vibración de una persona es extremadamente bajo se siente apática, pesada y se ve aferrada a emociones y patrones de comportamiento inadecuados. Sus capas áuricas están tan densas que casi no fluye energía. Las personas con un nivel de vibración alto han desarrollado la conciencia espiritual, lograron la apertura de conciencia, la expansión, tienen un estado emocional estable. Están alegres, llenas de confianza, felices. Cuando cae el nivel de energía (se desequilibra algún chacra), volvemos a caer en el pozo, en nuestros sentimiento, en nuestro antiguos patrones y estructuras de pensamientos.La fuerza de los Arcángeles nos eleva de los niveles de vibración baja hacia un nivel mas alto y nos estabilizan en este estado. Todo lo que tenemos que hacer es invocarlos y pedir ayuda, ellos respetan la ley del libre albedrío. Para los Arcángeles es fácil desenredarnos de situaciones que nos oprimen. Siempre y cuando lo que se le pida sea positivo y no perjudique a otras personas, ni interfiera con propio plan divino, ellos responden a la petición.A veces un ángel nos toca y de golpe sentimos alegría, esperanza y paz.Campos vitales: ¿Qué son? El ser humano está hecho básicamente de lo espiritual. El alma es tan grande que no cabe en el cuerpo humano, se desborda. Eso hace que se cree un campo energético por fuera del campo físico. Pero fuera de físico no solamente sale la energía del alma sino también la energía del espíritu que mantiene la vida en ese cuerpo. Además la energía independiente de cada órgano y de los chakras que están manteniendo la vida en la zona que les corresponde. Todas esas energías junto con las anímicas (porque los estados de ánimo también producen energías diversas que pueden ser positivas o negativas y que, al emitirlas, superan el campo físico) van formando un campo energético rodeando al cuerpo. Cuando más evolucionado sea el ser, más grande es ese campo energético llamado aura, hasta donde llegan estas energías, llega el campo vital de una persona porque hasta allí llega su vitalidad de vida. A medida que el campo electromagnético o campo vital de una persona va cambiando (evolucionando para mejor) la energía física presenta cambios sutiles, se hace más dulce, más dócil, más pacifica y sensible a los estímulos ambientales. Es muy importante que sepas que la energía psíquica se refleja también en el campo áurico, produciendo sentimientos agradables que son percibidos por quienes se acercan al radio de acción de esa persona.ColaboraMaría Ysabel [email protected]én en FB.





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