Cansados. Así están padres, docentes y alumnos del Centro de Educación Polimodal (CEP) 12 de esta localidad por la falta de espacio y comodidad que padecen en la institución. Según indicaron, personal del Ministerio de Educación dividió aulas de dimensiones normales con tabiques de machimbre y los estudiantes dan clases en precarios y reducidos espacios: en un aula para 40 alumnos, machimbre de por medio, funcionan dos cursos diferentes con 20 estudiantes.Entonces, decidieron volver a plantear la adecuación digna de las aulas o tomarán la institución como medida de fuerza por la falta de respuesta a los reclamos que llevan más de diez años. La escuela cuenta con un total de 92 alumnos en su matrícula.Las aulas “están divididas al medio con machimbres para que tomen clases dos cursos distintos”, se quejó Germán Wilcoms, docente del CEP 12. “¿Cómo pueden pretender una línea coherente de desarrollo pedagógico si tenemos chicos hacinados en un aula pequeña?”, se preguntó. Cuando el Gobierno convirtió a la escuela en una secundaria completa, en vez de construir dos aulas hizo algo insólito: puso una especie de cortina de machimbre para separar un salón en dos aulas. Esta situación se vive con tercero y cuarto año como segundo y quinto. Son aulas de tamaño estándar pero están divididas en dos, que logra “una separación visual muy virtual que nos deja trabajando literalmente en un solo aula con dos cursos, con todo lo que eso implica”, agregó el docente.Para colmo, los cursos tienen una matrícula estándar duplicada por dos “con todas las dificultades que significa trabajar apretado, con calor. En cualquier espacio pedagógico debe haber un ida y vuelta pero acá hay un entrecruzamiento de diferentes materias. Los mismos chicos se molestan de un lado a otro”, explicó.No reclaman una cuestión de comodidad sino de normalidad para trabajar, ya que existen necesidades e intereses diferentes. “Son chicos que se están educando y es imposible tener una línea coherente de desarrollo pedagógico en esta situación”, indicó Germán. Además, la indignación también es por la falta de respuesta ante tantos años de reclamo. “Hay profesores que están hace más de diez años pidiendo una solución pero nuestros pedidos se encajonan”, agregó.Si no hay respuestas, medidasEsta escuela funcionaba de primero a tercer año del secundario y la alta matrícula y la cantidad de chicos con necesidad de terminar sus estudios, hizo que la institución se ampliara hasta quinto año. Con esa expansión, “en vez de construir aulas nuevas dividieron con tablas de machimbre las que estaban y que eran de dimensiones normales. Nos encontramos con que cursan 20 chicos de cada lado, materias distintas, profesores distintos, conductas distintas por la diferencia de edad y objetivos distintos”, indicó Martín Sereno, diputado provincial del Partido Agrario y Social (Pays).Desde la comunidad educativa indicaron que, cansados de reclamar y no tener respuestas, planean medidas de acción para que funcionarios reconozcan cuál es la situación en la que dan clases todos los días. La intención de directivos, docentes y alumnos es volver a solicitar, posiblemente con firmas, la construcción de aulas o “tomarán la escuela porque realmente los chicos no pueden sacar provecho de las clases y los docentes no pueden trabajar. Es una falta de respeto a los educadores y a los estudiantes esta situación. Esto está causando un prejuicio enorme en la educación de los chicos y en el trabajo de los docentes que reclaman desde hace años, a través de notas, la construcción de dos aulas y sin embargo el gobierno provincial hace oídos sordos a esta necesidad que tiene que ver con la educación de los alumnos”, finalizó Sereno.





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