Hace unos meses en la comunidad empezó a circular con fuerza la versión que habían vendido el Club de Náutica y Pesca Puerto Rico y que dos de los dirigentes principales de la comisión directiva anterior se quedaron con parte del dinero en una operación realizada entre gallos y media noche.Así de violento era el rumor que inquietó a toda la comunidad ya que se trata de una de las instituciones emblema de la localidad. Y, si lo que se decía era cierto, era cuanto menos muy grave. Nahuel Petuaud, quien desempeñó el cargo de secretario en la administración anterior y continúa en la actualidad, explicó a PRIMERA EDICIÓN la situación de la entidad. Indicó que hace cuatro o cinco años empezaron a manejar la posibilidad de algún tipo de indemnización importante por parte de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).“No era un subsidio sino una expropiación. Lógicamente una expropiación particular, con el propósito que podamos seguir usando el predio”, dijo. Confió que “nuestra idea era recibir el dinero para poder hacer un club mejor pero, a la vez, poder seguir usando el club viejo, que es lo que se expropia, toda la zona desde el río hasta el paredón. Y no es nada que hayamos inventado, ni una estrategia ni nada. Es lo que regula la Ley Nacional de Expropiación referente a esa parte de terreno para la EBY con el fin de utilidad pública. Lo que significa que Yacyretá tampoco puede usar el terreno porque es zona inundable”. Manifestó que en 2013 “nos ofrecieron 250 mil pesos pero nos pareció muy poco dinero para lo que queríamos hacer. Finalmente dimos con un estudio jurídico que se ocupa de hacer expropiaciones y con ellos avanzamos en la idea, con la condición que podamos seguir usando el club. Si bien es lógico que ningún funcionario firmará un documento para que sigas usando indefinidamente, pero teniendo en cuenta el fin social del club podíamos lograr el uso del terreno por mucho tiempo, siempre y cuando sea justificado”. Petuaud agregó que en 2014 realizaron una asamblea “para avalar el poder a los abogados y la expropiación. Explicamos a los socios cuál era la idea y que estábamos en vías de lograr la expropiación con la posibilidad de seguir usando el terreno”. Pero a mediados de 2015 “nos informan que la oferta por parte de la EBY era cercana a los 12 millones de pesos. Aceptamos porque considerábamos que era un dinero que nos servía para levantar las nuevas instalaciones”. En otro trámite aparte, “se gestionaba la posibilidad de seguir usando, siempre con plazos. El primero vencía el 31 de marzo pero podía ser prorrogable hasta que nos relocalicemos. Cuando estábamos a punto de firmar tanto el traspaso de la propiedad como el permiso de uso del club, asumió sus funciones la nueva comisión que consideró no avanzar con esta operación porque entendía que era una venta e íbamos a quedar con un club sin acceso al río. Esas posturas hicieron que se vuelva a llamar a una asamblea y se acordó renegociar las condiciones. Ahora tengo entendido que no continuarán con esa idea”, sostuvo el secretario.Petuaud explicó que lo que más interesó a la comisión anterior fue el monto que iban a recibir porque se podrían hacer instalaciones nuevas y mejores.“Esperábamos recibir el dinero pero seguir usando el club normalmente ya que en los casos conocidos en los que la EBY expropió terrenos nunca se apropió realmente del inmueble. El mejor ejemplo es la zona baja de Encarnación, que fue expropiada hace muchísimos tiempo. Sin embargo los puesteros recién se fueron cuando el agua empezó a entrar a los negocios. La idea nuestra era que expropien, que nos paguen, que nos ingrese una suma de dinero importante y con esa plata hacer un club nuevo sin dejar de usar el que tenemos. Este terreno tarde o temprano va a quedar bajo agua”, contó.Jorge Hahn, expresidente y principal foco de críticas, auguró que se pueda llegar a un acuerdo con la EBY y proyectar un club a 50 años.“Deseo lo mejor a la nueva comisión. En el último año el club se inundó en dos oportunidades. El pronóstico no es alentador para los próximos meses y el deterioro es impresionante cuando se inunda. Entonces de pronto tenés la posibilidad de hacer una institución nueva y si el río crece ya estás trabajando en un proyecto superador. Creo que vale la pena reflexionar, empezar a trabajar sobre eso y sentarse a hablar con la gente de la EBY porque acá todo el mundo le tiene miedo a la palabra expropiación. La nueva comisión no cree que se va a poder seguir usando el terreno expropiado. Sin embargo, nunca se escuchó que se haya sacado a alguien del terreno por esta razón. Esperemos que lo tengan en cuenta y sigan adelante con esta idea por el bien del Club de Pesca”, finalizó.Dispuestos a rever la situaciónPor primera vez desde que comenzaron a circular los rumores, la comisión directiva presidida por Sergio Kleinubing emitió un comunicado de prensa en el que expresa que los trámites de expropiación del Club de Pesca, por parte de la EBY, se encuentran paralizados. El titular de la Entidad, Humberto Schiavini, se comprometió con la institución en rever la situación “dentro de un tiempo, luego de que se terminen de acomodar los conflictos de mayor magnitud y que son de público conocimiento con los que se encontró apenas asumió el cargo”. La comisión está a la espera de una reunión con los directivos de la EBY a fin de rever el trámite de expropiación que había encaminado la gestión anterior.




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