Pasaron seis meses desde el parate de las obras del Club 2 de Abril; y con este panorama, los chicos que juegan en la institución ya llevan en total más de cinco años sin poder cumplir el sueño de la cancha techada. Así las cosas, por un lado, este otoño vuelve a instalarse en los jugadores la incertidumbre sobre qué va a pasar en la temporada y, por otro, la certeza de que habrá que entrenar otro invierno a la intemperie.Una honda preocupación tiene inquietos a los padres y por ese motivo, algunos directivos del club ya empezaron a moverse con notas en Gobernación para que los chicos no tengan que pasar otra temporada sin el espacio propio. El verano último, con sus días de calor insoportable, volvió a encontrarlos practicando en las plazas de los alrededores del barrio 2 de Abril o en cualquier otro lugar en donde podían tirarle al aro.Las motivaciones de ayer y hoy siempre son las mismas: no importa si hay que entrenar sobre asfalto, el fin es llegar bien ejercitados y rendir en los campeonatos. De hecho, esta motivación los ha llevado, pese a todas las dificultades por la falta de un club físico, a ganar respeto y un lugar bastante destacado en los distintos campeonatos, tanto en primera división como inferiores, que se juegan en la ciudad. El club no sólo es semillero de futuros buenos deportistas, algunos de ellos ya brillan en las distintas categorías: Maxi Básquet, primera Amateurs, Primera Oficial, Sub 17 y Sub 15 y por supuesto la escuelita de donde salen los mejores jugadores. Cuando estén listas, las instalaciones van a ser de mucha importancia en esa parte suroeste de la ciudad Capital, ya que están en relación y en influencia populosos barrios como Villa Cabello, Chacra 32-33, Santa Rita, Yacyreta e inclusive algunos barrios de Itaembé Miní como Prosol. Será el único club techado de los alrededores donde se podrá entrenar sin importar las condiciones meteorológicas, además de que permitirá continuar con el trabajo social y deportivo que colocó a “Los Guerreros del 2 de abril” en un lugar relevante del basquet local. Desde aquel 2011 en que se hizo público, a nivel nacional, el deseo de la cancha propia a través del programa “Bailando Por un Sueño” que conduce Marcelo Tinelli, y que pese a no haber ganado la competencia, la Provincia, a cargo del entonces gobernador Maurice Closs, se iba a hacer cargo de la obra; sin embargo hasta la fecha los papás han tenido que calmar su ansiedad y a veces hasta a recurrir a medidas extremas como sentadas y manifestaciones públicas, siempre por el mismo reclamo: hacer realidad la aspiración de la Escuela de Básquet del barrio 2 de Abril.“Esperábamos que para el otoño se reiniciaran las obras pero todavía no hay indicios de nada, el sueño está tardando demasiado tiempo en hacerse realidad”, dijeron entre la frustración y la tristeza a PRIMERA EDICIÓN. La obra está a cargo de la Dirección de Arquitectura pero desde septiembre de 2015 se detuvieron los trabajos para concluir el piso y las terminaciones de la cancha, tampoco están listas las instalaciones eléctricas, faltan los baños y el vestuario. En conclusión, el club es una estructura vacía que no se puede usar ni para practicar porque no hay ni siquiera un tablero. Al lugar tampoco se puede ingresar, porque el antiguo edificio donde estaba la puerta de entrada fue demolido para colocar los vestuarios.La empresa constructora está esperando la orden para retomar, porque están los materiales incluso el mobiliario de los baños.





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