Quedamos en encontrarnos y conversar con su hijo en el consultorio y así también lo podía revisar.En el interrogatorio de este jovencito de 17 años hubo muchos “no sé, puede ser, sí, no sé…”, y surgió el tema de que iba al colegio sin desayunar y comía “algo” en la escuela: pizza o galletitas. Al mediodía llegaban todos juntos de sus actividades y en la espera del almuerzo comía pan o picaba algo que había, se tomaba gaseosa casi diariamente, pero ligth. La compu era su compañia en la habitación y la única actividad fisica eran las dos veces por semana de educación física; inglés dos veces más. No se sentaba a merendar, a veces tomaba alguna gaseosa con sus amigos y comía algun alfajor, “no sé”, dijo.A la noche algo rápido, generalmente pizzas o sandwiches, o algo de leche, o algo, “no sé”, me contestó.Sus dolores musculares eran, a veces, al levantarse o al día siguiente de gimnasia, cansancio, malestar general. Si enfocamos en la edad podemos dejar de lado con el simple “es así, es la edad, ya no se puede decirles nada…”.Pero ¡ánimo familia! Los hijos son personitas maravillosas que necesitan de la magia materna y paterna en cualquier edad. Los chicos en edad de crecimiento presentan dolores musculares aislados. Luego desde los 12 años hasta los 18, son más frecuentes, pero necesitamos alimentarlos mejor y tratar de recuperar ciertos hábitos saludables. “Imposible, trabajo todo el día, no doy más, no tengo más tiempo, no puedo hacer más de lo que hago”… Pero Sí se puede, ya que los padres tenemos una cuota única de magia y seimpre podemos, pues el amor que les tenemos es incuantificable y los queremos sanos y saludables. ¡Ánimo! Aquí les daré algunas sugerencias…Debemos intentar el fin de semana poner a hervir algunas legumbres, tener a mano: cebolla, ajo, perejil, pimiento, aceitunas y mucha ¡buena onda! Podemos procesar ajo con pimiento y lentejas… o porotos varios con perejil y semillas. Todo debe ser procesado para que el engaño de amor surja su efecto positivo. Los colocamos en frascos de vidrios con aceite de oliva (u otro bueno) hasta que tape el contenido y a la heladera. Son aderezos perfectos, con más proteinas ¡a full!Cuando llegamos velozmente antes que nada un sandwich hecho por nosotras para evitar que se vea “EL Secreto”. Las semillas como el sésamo o girasol, procesadas con tomate en la salsa aportan calcio y ningún sabor rechazable por nuestros hijos.Gaseosas: intentemos ir diciendo, mañana… mañana… mañana. Las gaseosas disminuyen el poder de absorción del calcio, generalmente no hay osteoporosis en adolescentes, pero sí una disminución de la dosis recomendada, por la ingesta y consumo de bebidas energizantes como la Coca Cola u otras que contienen ácido fosfórico que sirve para la conservación de las bebidas. Esto produce desmineralización, es decir, disminución de calcio. Las legumbres procesadas con pimiento o ajo, o perejil, dan la mezcla justa para que todos los nutrientes sean absorbidos. No se ven, se mezclan con facilidad, y los resultados se ven en mejor salud.Parecen ideas muy simples y realizables ¿verdad?No importa que estén delgados, lo que importa es que estemos seguros de que reciben lo adecuado. Lo que ellos jamás dicen que lo comerán, lo harán no viéndolo, y así como el engaño no es bueno, a veces es necesario. Y qué hermoso es saber lo que ellos comen sin saber.Los síntomas de dolores musculares, cansacio y a veces cefaleas, con disminución de funciones cognitivas pueden corresponder a la alimentación. En cualquier edad, la alimentación es básica, pero en los adolescentes son un alto, Altísimo Nivel de riesgo de enfermedades a largo plazo, por la alimentación chatarra, que se considera la gran epidemia del futuro.Podemos hacerlo con la magia de la paternidad, un poquitito de organización, muchísima paciencia y amor, que nos sobra.¡Ánimo padres!, se pueden hacer bombas de salud con ingredientes que nos permitirán crear sabores y secretos que ellos solo sabrán cuando sean padres y amen como nosotros los amamos a ellos.Les regalo algo que me encantó:?“No son las grandes cosas las que marcan las diferencias sino más bien los pequeños pasos que damos. Cada uno, cada día”, Wangari Maathai, Premio Nobel de la Paz 2004. Muy reparador y feliz domingo. Hirviendo legumbres y procesando, llenando frascos de amor y salud.Colabora: Marcela CampiasEspecialista en clínica médica. CIMO. Av. Tambor de Tacuarí 3328. T.E. 4423184.





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