Si por un instante perdiéramos conciencia del mes en que estamos, percibir el calor acompañado del canto de las chicharras seguro nos haría pensar que estamos en pleno enero. Iniciando la semana, en el centro de Posadas algunas chicharras hicieron oír su canto. ¿Cómo es posible?Es que estos insectos crecen cuando el tiempo es cálido. Pero antes de volar y cantar, pasan unos nueve meses en el estadio de ninfas, bajo tierra (escarban alrededor de 20 centímetros). Y se alimentan de los jugos que liberan las raíces de los árboles y plantas. Cuando el clima es favorable, es decir, cálido, todavía sin alas trepan a los troncos de los árboles y a las plantas y realizan su última muda de piel. Allí despliegan sus alas y dejan la piel -exuvia de color marrón claro- pegada al árbol. Se alimentan succionando la savia de los árboles.Sólo en la etapa adulta está preparada para “cantar”. Lo hacen sólo los machos para cortejar a las hembras. En realidad no es un canto, ya que lo producen con su abdomen: tienen un sistema vibratorio -aparato estridulatorio- que emite estos zumbidos. “Durante su vida, las chicharras mudan la piel alrededor de siete veces. La última vez es cuando despliegan sus alas. En la etapa adulta viven entre tres y seis meses”, indicó a PRIMERA EDICIÓN el doctor Roberto Stetson.“En épocas frescas permanecen bajo tierra y llegan a adultas en primavera. Pero con estos calores las chicharras hacen su vida como si fuera primavera”, dijo Stetson. En la etapa adulta se aparean, las hembras desovan y mueren al poco tiempo. Los insectos jóvenes (o ninfas) caen al suelo y penetran en la tierra donde viven nueve meses o hasta 17 años, dependiendo de la especie.Especies de la zonaLas chicharras, cigarras o coyuyos viven en todos los continentes, excepto la Antártida. Según la especie, miden entre un centímetro y medio hasta casi siete de largo.Pertenecen a la familia Cicadidae. En nuestra región son alrededor de cinco las especies existentes: Fidicina mannifera, que es la chicharra común en tonos negros y verdes y la Quesada giga que es la chicharra gigante, son las que más abundan en esta zona y en Paraguay. También están la Fidicina cervilapa que tiene diversos colores, Carineta formosa, Carineta crassicaudata.Sus cantos se diferencian. En nuestra zona podemos distinguir tres (intentando graficarlos, percibimos una de estas chicharras que canta algo como “chi, chi, chi”, otras con su particular “co co co cooo”, y otras que emiten un solo “uuu” que ensordece.





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