“Si la UTE Cataratas distribuyera mejor las millonarias ganancias que tiene, tal vez no sería necesaria la tasa ecoturística” reconocen funcionarios municipales de Puerto Iguazú que lograron poner en debate una realidad a la que pocos se le animan: de los más de 150 millones de pesos anuales que se recaudan en el Parque Nacional Iguazú en concepto de entradas, la localidad recibe apenas 500 mil por mes que se destinan al Ente Municipal de Turismo (Emturi) monto que sólo puede ser usado para promocionar el destino, es decir, para aumentar el número de visitantes a Cataratas, o sea, para beneficiar a la UTE. El cerrado círculo de dinero que los locales sólo “ven pasar” fue el detonante para la puesta en vigencia de la llamada “tasa ecoturística” implementada desde principios de febrero por el Municipio y que en dos meses aportó 700 mil pesos a las arcas comunales; nada en comparación con las multimillonarias ganancias de la empresa en la que tiene fuertes intereses el exgobernador Maurice Closs, Iguazú Argentina SA (Carlos E. Enríquez y otros UTE). La firma a la que los Closs se integraron a través de Petrovalle SA, tiene a su cargo la operación turística del Parque Nacional desde el año 1995. La gestión municipal actual -como las anteriores, salvo la del “gran cuñado” Marcelo Sánchez, hermano de la esposa de Closs-, intentó corregir los efectos de una coparticipación de los ingresos al parque a todas luces desventajoso para la localidad y para el resto de la provincia. “Los 60 mil habitantes de Iguazú pagan y sostienen los servicios que también consumen y demandan los 30 mil turistas que mensualmente entran a la ciudad, si se tienen como ciertos los cálculos más conservadores” refirió a PRIMERA EDICIÓN el titular de la cartera de Hacienda de la comuna, Hugo Ferreyra. A la vez, y mediante el pago de las tasas de comercio e inmobiliaria, los locales, la hotelería y la gastronomía de Iguazú sostienen con su aporte lo que no abonan los emprendimientos que se encuentran dentro del Parque Nacional. La existencia y vigencia de la tasa ecoturística que puso en marcha la municipalidad y que abonan los visitantes no misioneros mayores de 12 años, a un promedio de veinte pesos por persona, puso nuevamente en la vidriera la necesidad de revisar la polémica concesión, que además del 7% que aporta al Emturi y a la provincia, distribuye apenas el 27% a Parques Nacionales y se queda con el 62% de la millonaria recaudación. Explosión demográfica“La UTE Cataratas coparticipa el 3,5% de la recaudación con destino al Iturem, y ese dinero no tiene como fin u objetivo dotar de infraestructura a la ciudad para atender al turista, ya que por norma se destina a promocionar al destino turístico, promoción que sumada a la declaración de “maravilla del mundo” incrementó enormemente el flujo de visitantes” recoció el contador Hugo Ferreyra. “Es decir que esto que se destina al Iturem para promoción del destino termina también beneficiando a la UTE Cataratas”, agregó el creador de la tasa ecoturística, que tiene fuertes argumentos a favor de su vigencia: “En el fondo lo que se hace con ese dinero es posibilitar que más gente llegue a Cataratas, pero ese éxito de promoción nos generó a nosotros un problema adicional y que nunca se dio en otra comuna de la provincia. Cuando en una localidad se produce un incremento de la población, se debe acompañar paulatinamente con el incremento de la prestación de servicios e infraestructura, que implica no solo mano de obra sino también tecnificación. En cambio en Iguazú el incremento de población que se dio en tan breve lapso hace que sea imposible que financieramente el municipio se adecue a la nueva realidad”, explica. “Tenemos un promedio de un millón de turistas por año en Cataratas, un promedio de 80 mil por mes. Supongamos que solo el 30% queda en Puerto Iguazú, estamos hablando de 25 a 30 mil personas más por mes, es decir el 50% de la población de más a la que hay que atender con servicios”, agregó el profesional. “Tenemos que recuperar el concepto de que el que disfruta o usufructúa de un servicio, lo tiene que pagar: ese es el verdadero sentido de la tasa. Pero hoy pasa que solo los habitantes permanentes de Iguazú pagan por los servicios que usan los turistas. El vecino de Iguazú sostiene la demanda de una población temporaria. Entonces no se cumple ese principio de la tasa, se va transformando en un impuesto. Se distorsiona el sistema. Así veníamos trabajando” arguye. Quiénes paganEl funcionario explicó que el valor de la tasa tiene un límite que es el importe de un litro y medio de nafta super. “Hoy es 20 pesos en promedio por cada turista no misionero mayor de 12 años y que no tenga capacidades diferentes o adultos mayores”, explicó, y dijo que “el misionero consume lo mismo pero no paga la tasa porque cotidianamente aporta el pago de impuestos provinciales que a la vez son coparticipados al municipio, por lo tanto ya hace su aporte a Iguazú y sería injusto cobrarle de nuevo”. El Municipio tampoco pudo avanzar en el cobro de la tasa inmobiliaria y de comercio a los emprendimientos que están dentro del Parque Nacional. Pese a ello, deben brindarle servicios de recolección de residuos. “La reforma de la Constitución de 1994 dejó en claro la jurisdicción del Municipio en el cobro de tasas, pero todavía no hemos logrado la revisión. Estamos a la espera de que las nuevas autoridades revean nuestro reclamo”, finalizó. Cobrar en la entradaLa Municipalidad de Puerto Iguazú avanza con Parques Nacionales en un acuerdo para mudar el puesto de cobro de la tasa ecoturística a la entrada del complejo Cataratas, con lo que se saldaría la polémica generada a partir de la vigencia de este instrumento de recaudación en las rutas nacionales de ingreso a la localidad. Desde hace 25 años casi todos los intendentes intentaron sistemáticamente avanzar en esta posibilidad, sin suerte hasta el momento. Pero las autoridades actuales confían en el avance de las negociaciones con las autoridades que responden al gobierno de Macri. “Las últimas conversaciones que tuvimos con las autoridades de Parques Nacionales en Buenos Aires fueron muy auspiciosas. Notamos una receptividad bien diferente a la que teníamos antes. Siempre hubo una suerte de competencia, en el sentido de que nos decían que si el Parque Nacional no estuviera, Iguazú no existiría. Así fue la lucha permanente que tuvimos pero hay un paradigma que cambió con esta nueva administración”, se esperanzó el secretario de Hacienda de la comuna. En estos días “estamos esperanzados de que cambie nuestra situación fiscal. Imagínese que tenemos 560 empleados municipales que son el número mínimo que insume la atención a los vecinos y a los turistas;?la comuna recibe apenas entre cuatro o cinco millones de coparticipación, lo que no alcanza siquiera para cubrir la masa salarial. El resto te
nemos que recaudar de las tasas que aportan los vecinos, y no es justo que el habitante permanente pague por el servicio que consume el turista”. El funcionario comparó la situación de Iguazú con la de Foz de Iguazú, prefectura (municipio) que sí cobra la tasa turística en la entrada del Parque Nacional del lado brasilero, y con ello incrementa su recaudación. “Tienen un sistema tributario distinto, hay aportes de los turistas al municipio y eso lo convierte en una administración fuerte, que puede ofrecer una calidad de servicios de excelencia. Esto pasa en todos los lugares turísticos del mundo, menos acá, por eso esperamos la revisión con muchas expectativas”, refirió. Según se esperanzan los funcionarios municipales, es posible que estas gestiones avancen en forma contundente en los próximos días.





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