Con apenas 16 años se veía muy triste. Su postura y gestos aparentaban más edad. Nada de motivación, ni sus amigos, ni la facultad, ni la familia. Tenía una cefalea constante que no cedía con antiinflamatorios comunes, la mayoría de las veces. A todo se sumaba el Acné. La madre comentaba que estaba apática y con dolores musculares. Al momento del examen su peso era acorde a su edad, pero se veían estrías en axilas y algunas en los glúteos. Su tez era pálida, pero el resto del examen físico era normal. Decía que tenía sudoración profusa en la cabeza y las plantas de los pies. Con menstruaciones regulares, aunque dolorosas. Antecedentes de dolores en mamas, constipación y gases abundantes. Ante el examen físico no había nada llamativo. Nos manejábamos con unos análisis de hacía dos meses, pues su mamá ya la había llevado a otros profesionales.Pedimos algunos otros estudios mientras empezamos con un tratamiento depurativo.La depuración siempre debe ser personal, es fundamental tener en cuenta contextura física y estilo de vida.Marianela no desayunaba, su compañía era mate con galletitas o bizcochitos. Mediodía basado en carnes rojas, pocas verduras y frutas, pastas a la noche, pizzas, empanadas o sandwiches. Bastantes lácteos y azúcares refinados. Como sus análisis tenían rangos dentro de la normalidad pedimos algunos más. La depuración básica en ella fue enfocarnos en el hígado e intestinos.Fue asombroso verla en su segunda consulta, luego de tres semanas con depuración, antiparasitarios y flores de Misiones su aspecto nos decía -sin lugar a dudas-, que la acumulación de toxinas puede enfermarnos a cualquier edad y el cambio de alimentación y algunos hábitos son fundamentales. Clínicamente mejoró al dejar lácteos y otros, disminuyeron los dolores de cabeza y flatulencias, se sentía más liviana y empezaba lentamente a mejorar su tránsito intestinal. Sus análisis dieron parásitos e Hipotiroidismo Subclínico. Pudimos ayudarla junto al equipo de trabajo con la nutricionista Mariana Benitez, con masajes y digitopuntura, nuestra querida Andrea Sieb, cosmiatra y un seguimiento de su evolución en general. El Hipotiroidismo subclínico es una entidad que muchas veces aparece en el cambio hormonal, sólo con algunos síntomas y valores de laboratorio que se confunden por algunos con parámetros normales. Cualquier cambio hormonal debe tratarse y no minimizarse, ya que en ella los factores de toxicidad estaban aumentados al no ir de cuerpo y eliminar toxinas. La digestión lentificada y parasitosis, marcaba una leve anemia que sumada al hipotiroidismo subclínico no permitía que encontrara la forma de sentirse bien. Su peso era el adecuado, pero en eso la parasitosis jugaba un rol importante. Su ánimo mejoró y eso le permitió seguir las consignas con más facilidad, y sus posteriores controles nos llenaron de alegría.Escuchar al paciente, sea de la edad que sea… y darle su lugar para que sus síntomas sean el camino al diagnóstico y posterior tratamiento es vital.El querernos y demostrar el cuidado hacia el cuerpo es saber escucharlo. A veces las edades nos dan un rótulo en que solo justificamos el malestar con un simple: “es la edad”, “ya se le va a pasar”.Cualquier edad y sexo deben ser escuchados ya que los síntomas aislados son lo que nos apasiona a los especialistas en clínica médica, porque el camino es a veces sinuoso, pero el diagnóstico y tratamiento adecuados dan el bienestar que tanto buscamos en el día a día.Que nuestros días sean plenos, bendecidos y felices. Disfrutemos con cada persona que nos rodea, el maravilloso día que Dios nos regala….Colabora: Marcela CampiasEspecialista en clínica médica. CIMO. Av. Tambor de Tacuarí 3328. T.E. 4423184.





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