“El ex” es el primero al que “la ex” llama para compartir que Estela Carloto encontró a su nieto, o que el hijo que tanto los alegró parir soñó con su abuela paterna. Y viceversa. “El ex” busca a “la ex” para pedirle un consejo por un problemón de trabajo o para desahogarse. (¡Que es hipocondríaco, no cambia más”!) Por los primeros achaques.“La ex” escucha con paciencia de acompañante terapéutica incluso a las hijas del primer matrimonio de “el ex”, a la que vio crecer desde que se convirtió en “la novia” de papá.“El ex” no sólo está chocho de que “la ex” contenga a sus hijos mayores sino que trae a oído y consideración sus actuales citas sentimentales. “La ex” hasta pasa a ser algo así como una madrina de los nuevos hijos de “el ex” capaz de confiar contactos tan preciados como neumonólogo, y rubros afines. Pero atención, la gran prueba de fuego: prestarle plata (o extensión de tarjeta de crédito porque él se deprime y necesita conocer París).Más allá del horizonte, tierra a la vista, hay una nueva forma de estar que no tiene nombre.¿Amistad? ¿Implica clonarse como hermana? ¿Sana distancia o victimización? ¿Es buena? ¿Sumisa? ¿Manipulada? ¿La que sigue enganchada?“No escuches a tus amigas”. Porque el mundo va a contramano. Valora al que gana. La escuela premia al mejor, no a la persona considerada. Ante cualquier valor propongo algo diferente a lo socialmente aceptable. No todo es blanco o negro. Dale el contenido propio a esa nueva forma de vida, no seas esclava de tu pasado.Es como te dicen tus amigas: es como un hermano; es un ¡sanguijuela!HaikuQuienes te sirven,se sirven, son sirvientesque no te sirven.Colabora: Aurora Bitó[email protected]





Discussion about this post