Habían salido el lunes 21, a las 8, desde Posadas y llevaban más de $500.000 para comprar en la feria La Salada, ubicada en el partido de Lomas de Zamora, en la provincia de Buenos Aires.Luego de 10 horas de viaje, los pasajeros, oriundos de Posadas y Garupá, despertaron al escuchar una voz masculina: “todos quietos. Esto es un asalto”. A punta de armas de fuego, al menos seis delincuentes abordaron el colectivo donde viajaban unos 50 ocupantes y los desvalijaron.“Nos sacaron los teléfonos y la plata. A mí me sacaron la cartera donde tenía 35 mil pesos. A los demás no sabría decir el monto, pero en los tours nadie viaja con menos de 10 mil, porque no conviene”, relató a PRIMERA EDICIÓN una de las comerciantes damnificadas, quien prefirió mantener el anonimato. “Fueron al menos 45 minutos de desesperación. A los coordinadores los golpearon porque ellos no llevan plata”, recordó la mujer. Durante el violento asalto, los pasajeros fueron amarrados con precintos y a todos se les cubrió la cara con las mantas con que viajaban. Detuvieron la marchaEl lunes 21, cerca de las 19.30, el colectivo del tours de compras detuvo la marcha a la altura de Zárate, provincia de Buenos Aires. Al parecer un desperfecto habría obligado al conductor a estacionarse a la vera de la carretera. “Yo iba durmiendo cuando se detuvo el colectivo. Me desperté porque el ladrón gritó: ‘esto es un asalto. Todos quietos’. Fue un momento de desesperación. Noté que eran seis, pero probablemente más, todos estaban armados. Nos encontrábamos cerca de Zárate”. Los ladrones ingresaron con pasamontañas. La misma voz ordenó a los pasajeros cubrirse los rostros. Luego, amarraron a cada uno de los pasajeros. “Nos ataron las manos con precintos, yo estaba con mi hija”, consignó. A los coordinadores los sentaron en los asientos de pasajero. “Y los golpearon porque ellos viajan sin plata”. De acuerdo a la comerciante, el rodado comenzó a moverse. “Viajamos unos 20 minutos”. En ese tiempo los ladrones tomaron el dinero de cada uno de los ocupantes, además de teléfonos celulares, joyas y artículos de valor. Siempre a punta de pistola y con los rostros tapados, las víctimas permanecían inmóviles en un viaje que duró al menos 45 minutos.“Hasta que nos dijeron que iban a bajar pero que quedaba uno de ellos dentro del colectivo y que iba a descender una o dos cuadras después, que no intentemos hacer nada. Escuché que el coordinador preguntó al otro coordinador: ‘ya bajaron’. Y el otro dijo: ‘acá no hay nadie. Bajaron todos’. Nosotros creíamos que todavía estaban y no nos animábamos ni a respirar. Cuando estuvimos seguros de que no estaban, nos destapamos y nos sacamos los precintos”. Durante el asalto, los delincuentes tomaron otro camino. “nos llevaron hasta Capilla del Señor”, del partido de Exaltación de la Cruz que se ubica en el centro noreste de la provincia de Buenos Aires.“Después, cuando se fueron, nos dirigimos a la comisaría donde estuvimos unas 6 horas”. Tres préstamos La comerciante entrevistada por PRIMERA EDICIÓN contó que llevaba $35.000 que iba a invertir en indumentaria para el comercio que tiene en la zona de Villa Cabello.“Yo saqué tres préstamos para viajar. En el colectivo viajábamos unos 50 pasajeros, es un colectivo particular, coche cama. Había pequeños y medianos emprendedores, pero también mayoristas, nadie viaja con menos de 10.000 porque no conviene, la mayoría lleva mucho más dinero”, detalló la mujer que desde hace ocho años realiza el mismo tours de compras. Y añadió con sorpresa y desilusión, “es la primera vez que me pasa esto”.Una duda que no acaba Después del atraco y siguiendo con el relato de una de las damnificadas, se inició una discusión dentro del colectivo. “No sé quién preguntó, pero alguien dijo: ¿cómo puede ser que subieron. Yo iba durmiendo y no me di cuenta. El coordinador dijo: ‘lo que pasa es que el colectivo se rompió’”.Ante la pregunta de si desconfiaban de los coordinadores, la mujer respondió “nos preguntamos, cómo se arruinó, si venía bien. Y ahí comenzaron a pelear. En ese tour viajaron personas que no eran de nuestro tour, se juntaron dos tours. Y en un momento yo le pregunto al coordinador: ‘¿cómo puede ser que el colectivo se paró, si venía bien?’. Y me contesta: ‘no, el colectivo venía mal. Pero yo no me di cuenta’”.





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