Algunos dicen que nuestro destino está atado a la tierra, que es parte de nosotros como nosotros de él. Otros dicen que nuestro destino está entretejido como una tela, entrelazado con otros destinos. Solamente para que nos crucemos alguna vez entre todos.Destino es aquello que más buscamos algunos y a veces también luchamos por cambiar. Algunos nunca lo encuentran, pero hay otros… hay otros que son llevados hacia él.Ay destino… yo te honro y lo hago con amor y humildad. He luchado tanto en contra tuyo que ahora, recién ahora, te puedo ver y veo tu grandeza y tu amor por esperarme. Gracias, gracias por tanto.Y te digo… que yo sé que tanto dolor y espera no fue en vano, en todo este transitar he aprendido mucho, he llorado mucho y por sobre todo he comprendido y aceptado.¡Ay destino!, yo te espero y recién ahora estoy a tu disposición porque recién puedo ver que toda la vida es una preparación casi tan solo para un momento, ese que todos tenemos… a veces nos llega de repente y no lo podemos ver, lo dejamos pasar y luego a la distancia cuando comprendemos, nos arrepentimos. A veces lo vemos a tiempo y otras veces casi nos llega al final de nuestra vida… sí al final, casi que con el último respirar.Lo único que yo sé y de eso tengo la certeza, es que estás siempre esperando con amor. ¡Ay destino!… espero tenga la suficiente fortaleza para aceptarte porque sé que sin vos ya no puedo caminar….Primero tocó mi puerta la voz de mi alma y sí, la reconocí y trabajé tanto para escucharla, tanto que ya no vivo sin ella, pero ahora hay algo que me viene susurrando hace días y me dice: “Acepta tu destino y hazlo con amor… él es inevitable, no podemos cambiarlo, no podemos luchar en contra de Él. Sólo podemos aceptarlo y rendirnos. Ni siquiera tratar de comprenderlo, es tan inmenso que no cabe en nuestra pequeña comprensión, sólo nos llega a través de los hilos invisibles de amor”.¡Ay destino! Te siento…Colabora: Patricia [email protected] Facebook: Patricia Mónica Couceiro 3764829015





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