Una nueva investigación sugiere que dejar de fumar de repente supera a un método más gradual. El estudio encontró que tras cuatro semanas, casi la mitad de los que habían dejado de hacerlo?“de golpe” seguían sin fumar. Pero entre las personas que abandonaron el hábito de forma gradual en un período de dos semanas, solo el 39% seguía sin fumar a las cuatro semanas, dijeron los investigadores.Fumar sigue siendo la principal causa prevenible de muerte; la buena noticia es que dejar de fumar reduce en gran medida el riesgo de enfermedades relacionadas con el tabaquismo.Desafortunadamente, dejar de fumar para siempre no es tarea fácil. Y no es de extrañar: las investigaciones sugieren que la nicotina es igual de adictiva que drogas como la heroína y la cocaína.Los fumadores que intentan abandonar el hábito con frecuencia sufren de estrés, hambre y aumento de peso. Todo esto contribuye a unas tasas bajas de abandono. Pero estrategias como el uso de terapia de reemplazo de nicotina y la consejería pueden resultar útiles. Y muchas personas sí logran dejarlo, aunque tengan que intentarlo varias veces.La más reciente investigación incluyó a poco menos de 700 fumadores adultos de Inglaterra. Los participantes del estudio fumaban en promedio veinte cigarrillos al día. Más de ocho de cada diez participantes eran blancos. La edad promedio de los fumadores era de 49 años, y la mitad eran mujeres.Los voluntarios del estudio se asignaron al azar a dejar de fumar de forma abrupta o a reducir poco a poco en un 75% en un transcurso de dos semanas.El día antes de dejar de fumar, los que lo hicieron de forma gradual usaron parches de nicotina más productos a corto plazo, como chicle y pastillas. Los que dejaron de fumar abruptamente sólo usaron parches de reemplazo de nicotina. Todos los participantes recibieron respaldo de consejería de parte de enfermeros y medicamentos de reemplazo de nicotina a corto plazo el día después de dejar de fumar.Los investigadores hicieron seguimiento a las cuatro semanas y a los seis meses tras el inicio del experimento. Se usaron análisis de sangre para confirmar si los fumadores en realidad habían abandonado el hábito.A las cuatro semanas, el 39% de los que habían dejado de fumar de forma gradual habían abandonado el hábito, frente al 49% de los que dejaron de fumar de forma abrupta. A los seis meses, el 16% de los que abandonaron el hábito de forma gradual y el 22% de los que lo abandonaron de forma abrupta seguían siendo no fumadores.Fuente: HolaDoctor





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