Esteban Ocampo tenía 40 años. El viernes pasado recuperó la libertad después de que su concubina lo denunciara por violencia de género. Esa misma noche, después de una dilatada ronda de tragos, fue asesinado por sus dos hijastros que habrían contado con la colaboración de dos conocidos.Esa es la hipótesis que maneja la Policía. Si bien la causa tiene un detenido, los dos hijastros y un vecino se encontraban prófugos al cierre de esta edición.<a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/216653/lo-mataron-a-machetazos-y-arrojaron-el-cuerpo-a-la-vera-de-un-camino.html">El cadáver apareció a un costado del camino conocido como Cristo Rey</a>, en la comuna del paraje San Gotardo, no muy lejos de Capioví. Tenía heridas profundas en el muslo izquierdo, efectuadas probablemente a machetazos, y marcas de planazos en la espalda.La comisaría de Capioví tomó conocimiento del hecho a eso de las 0.50 de ayer, presumiblemente después del llamado de un vecino.Tras las primeras averiguaciones, la Policía pudo determinar que, horas antes, Ocampo habría compartido una larga ingesta de bebidas alcohólicas con las personas que ahora son buscadas.Las heridas se focalizaron en el muslo izquierdo de la víctima. Uno de los machetazos afectó la arteria femoral y el hombre entró en shock hipovolémico, muriendo desangrado casi en el acto.Ante la posibilidad de que los sospechosos pudieran llegar hasta la orilla del río Paraná, para buscar refugio clandestino en Paraguay, la Policía montó un amplio rastrillaje en la zona.Esa tarea brindó buenos dividendos cerca del mediodía de ayer. En el paraje Maura, cerca del lugar donde mataron a Ocampo, fue aprehendido uno de los fugitivos, identificado como Julio César, de 30 años, de nacionalidad paraguaya.No se sabe si los otros hombres lograron pasar la frontera hacia el vecino país, pero anoche continuaban con el rastrillaje.Para los investigadores, en medio de la ronda de tragos, saltó la bronca entre los hijastros de la mujer y Ocampo, al que recriminaron haber golpeado a su madre.Sin piedadEl ataque fue tan desigual como feroz. Fuentes de las pesquisas indicaron que la víctima presentaba marcas de planazos en la espalda, efectuadas con el machete, y cortes profundos en el muslo de la pierna izquierda.Se labran actuaciones con intervención del personal policial de la comisaría de Capioví, en una causa caratulada provisoriamente como “homicidio simple”.Desde la Unidad Regional IV, con asiento en Puerto Rico, se informó que, después de tomar conocimiento del hecho, se dio intervención al Juzgado de Instrucción 1 de esa ciudad, a cargo del magistrado Éctor Acosta.En el escenario del hecho también trabajó personal especializado de la Policía Científica, en el levantamiento de rastros y huellas.No se informó si los uniformados dieron con el arma homicida.





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