“Una buena noticia para los lectores de este artículo, y es que todos, sin excepción, vamos a ser diferentes al finalizar de leerlo de cómo éramos al iniciarlo, no solo en el aspecto físico, por que transcurrieron unos minutos volviéndonos más “viejitos”, sino en la parte intelectual y en la arquitectura cerebral, porque aprendimos algo nuevo, agregamos nuevas opiniones, reflexionamos y modificamos en algo nuestras ideas”. Somos “observadores” de los sucesos que ocurren en nuestra vida, pero no somos solamente “miradores” sino que tratamos de comprenderlos, dándoles distintos significados a lo que observamos.Con esta capacidad de dar significados le damos “calidad a nuestros pensamientos”, es darle una manera de ver las cosas y a las experiencias humanas.Aunque todo pensamiento puede ser repensado o reflexionado, si comprendo que su significado está incompleto o equivocado, entonces debo “reflexionar” para modificarlos y darles un nuevo sentido; esto se debe a una importante capacidad que poseemos llamada “recursividad”, donde podemos incluir pensamientos sobre lo ya pensado, por ej. de bebé me gustó la leche materna, luego de la mamadera, y posteriormente en taza, ¡pero un día me quemé!, entendiendo el refrán de “aquel que se quema con leche ve una vaca y llora”.Los diferentes cambios en el significado de la leche, que varió de alimento en teta, luego en mamadera, posteriormente en taza, y luego un líquido del que debo cuidarme si está muy caliente, se produjo a partir del proceso de “recursividad o re-reflexión” donde se fue modificando y ampliando su significado.Para algunos investigadores la “recursividad” posibilitó nuestro lenguaje único y sofisticado, nuestro pensamiento avanzado y el progreso de la civilización hasta lo que es actualmente, por ej. mi vida antes era para que me sirvan y ahora sirvo a los demás.Con la recursividad incluimos nuevos pensamientos dentro de otros viejos, haciéndonos tener conciencia del paso del tiempo, de nosotros mismos, de los demás, y de los avances extraordinarios, por ej.de niño trabajaba sobre una máquina de escribir, de grande lo hago con una computadora, ¡Que diferencia!.El desarrollo inigualable de nuestro lenguaje hablado, con sus signos y símbolos, según N. Chomsky, debe haber surgido de un lenguaje previo interno o pensamiento nacido frente a la necesidad de comunicarnos, a lo que sumó repensar lo pensado; el cual pudo haberse iniciado hace unos cien mil años posterior a una reorganización cerebral, que luego al sumar nuevos pensamientos inició la cadena del lenguaje humano.Nuestra capacidad de recordar episodios del pasado e imaginar acontecimientos futuros, junto a la capacidad para entender lo que tienen los otros en su mente, pudiendo conocer lo que el otro está pensando; todo esto se debe al fenómeno recursivo de los pensamientos que “van y vienen”.En toda conversación, podemos insertar en nuestro razonamiento lo que el otro está pensando; provocándonos cambios que pueden ser o no profundos, como lo está haciendo el lector al leer este artículo.El insertar pensamientos sobre otros y obtener nuevos significados, es infinito, es por esto que la recursividad hace diferenciar el lenguaje humano de la comunicación animal, siendo determinante para la evolución de la mente humana, por ej. primero somos hijos donde fuimos el centro y recibimos de todo, pero luego debemos transformarnos en cuidadores de nuestros padres para dar todo.Poner un pensamiento sobre otro para llegar a un nuevo significado, necesitó y desarrolló variadas funciones cerebrales como percibir el tiempo, la atención, la abstracción, los niveles jerárquicos, junto a una memoria cada vez más desarrollada.La memoria que recrea un acontecimiento pasado, además de imaginar el futuro, es exclusiva de los seres humanos, permitiéndonos percibir el tiempo y llegar al concepto del yo o conciencia.Nuestro lenguaje se originó compartiendo información social de los acontecimientos diarios, también usamos los ademanes con movimientos del cuerpo que transmiten significados e intenciones verdaderas, luego nos pusimos de acuerdo entre los miembros del grupo haciendo la comunicación más abstracta, es decir sacando lo más importante de las ideas, es por eso que reducimos nuestro lenguaje a la creación de palabras y signos como los alfabetos.El proceso creativo de la “recursividad o volver a pensar lo pensado” es para lograr nuevas ideas con nuevos significados, produciendo nuevas conductas, con este “sistema” producimos un “ida y vuelta” de ideas, logrando una idea final mejorada, como cuando vamos consultando una brújula en un viaje para rectificar el camino y llegar a destino. Cuando estudiamos un tema, tomamos notas, hacemos rectificaciones, cambiamos significados y lineamientos, subrayamos conceptos, hasta concluir el trabajo esperado, así se maneja la “recursividad”, trasladando ideas de un lado a otro, para por fin llegar a un significado óptimo mejorado, por ej. las estrellas antes eran luces que iluminaban el camino de los ángeles y hoy son astros luminosos. La “recursividad”” es un proceso mental coherente y continuo, donde aplicamos imaginación, razonamientos lógicos, fantasías, emociones y sentimientos, recuerdos y deseo futuros, hasta obtener una idea que engloba todo lo elaborado, por ej. la sangre antes me asustaba, pero hoy la respeto como transportador de vida.Recursividad significa “volver a hacer el camino”, donde retrocedemos y usamos una idea elaborada para efectuar el recorrido otra vez, logrando un nuevo camino mental, por ej. en la vida de pareja la pasión inicial se transforma con los años en un cuidado cariñoso mutuo. La recursividad está íntimamente relacionada con el cambio de significados, donde todo cambio práctico implica siempre un cambio mental previo, por ejemplo de adolescente mi novia me llamaba por teléfono fijo a la casa de una vecino ¡Pobre Doña Peba!, y hoy “al toque” nos comunicamos con mensajes y “whatsapp”.Al criticar un tema cualquiera realizamos un procedimiento “recursivo” o “bucle” o “vuelta atrás” sobre un pensamiento que creemos incompleto o erróneo, se retoma su curso para lograr una senda distinta, produciendo una variación sobre el tema, por ej. obligué a mi hijo a mentir y decir que no estaba, pero me equivoqué.En música se usa mucho, donde sobre un tema básico se vuelve sobre él, una y otra vez haciendo “variaciones”, agregándole acordes, notas y entonaciones; con nuestros pensamientos también hacemos lo mismo.En la medida de que sepamos que disponemos este recurso importantísimo, podremos usarlo conscientemente y desarrollarlo.Por J. L. Bazán – MédicoDeseo tu opinión: [email protected]




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