Las ventas de productos para preparar huevos de chocolate se relacionan cada vez más con una salida laboral inmediata más allá de quienes buscan agasajar a los suyos con una “elaboración” propia. En vísperas de la Semana Santa, la situación se refleja en los negocios que comercializan este tipo de insumos y se nutre de los testimonios de quienes supieron canalizar sus ingresos a través de este tipo de emprendimientos. “Mucha gente se volcó no sólo a elaborar en forma particular, sino como una manera de salida laboral. Creo que el mayor movimiento se da por eso”, manifestó Carlos Javier Melot, propietario de Chocolate Misionero.Ratificó que las ventas de la actualidad están destinadas a una salida laboral y asegura que eso se refleja en las charlas que tiene con sus clientes. “Uno de ellos me decía que con lo recaudado con la venta de los huevitos de la Pascua pasada pudo adquirir una motocicleta; otro me contó que se compró una cocina y colocó un aire acondicionado, pensando en la pascua que viene, porque a los huevitos hay que mantenerlos en un ambiente de al menos 20 grados. Me fue bien este año y el año que viene voy a poder vender mucho más, me había dicho, muy confiado en los resultados”, agregó.El empresario sostuvo que la temporada “está viniendo bien. A pesar de la situación económica del país, estoy sorprendido por la respuesta, que fue muy favorable”. Dijo que el movimiento, de lo que se dio en llamar una Semana Santa Corta, “comenzó hace unas semanas. La considero corta porque generalmente la Pascua cae en abril, más alejada del inicio de clases, donde se desembolsa mucho dinero, y de la vuelta de las vacaciones. Esto queda como en un segundo plano y también hace que las últimas semanas sean más intensas respecto al movimiento de clientes. Hace varias semanas venimos con un flujo importante como el que se ve hoy, donde en el interior del local no cabe un alfiler”, graficó.Admitió que en algunas cosas hubo incrementos, en otras no tanto. Pero que los aumentos mínimos fueron del 20% para arriba, dependiendo del producto. “En lo posible y como anticipamos muchas compras, tratamos de llegar con un precio muy razonable y justo, y por eso tenemos la cantidad de gente que tenemos”, confió. A su entender, la materia prima aumentó de entre el 20 y el 30% y hasta un 40%, en algunos casos, lo que son otros insumos allegados (envoltorios, cintas, artículos de decoración, pinceles, colorantes). “A pesar que hicimos una buena provisión, en algunas cosas vamos a quedar cortos o vamos a llegar medio justos”, expresó.La marca a la que la gente más se vuelca es el chocolate Mapricoa, que es la que mejor relación tiene entre precio y calidad. Es un producto muy bueno, sale con un muy buen brillo. No es grasoso. “Es el más vendido, es el que la gente más busca. Es la que más se destaca desde hace algunos años”, destacó Melot.Cursos en tres municipiosHace unos quince días Chocolate Misionero organizó cursos para la elaboración de huevos de Pascua en las localidades de Apóstoles, Leandro N. Alem y Eldorado, que son localidades donde hay subdistribuidores, con una gran convocatoria de vecinos interesados en aprender las técnicas. “Teníamos una deuda muy grande con los clientes del interior de la provincia”, por eso con la marca Mapricoa trajimos al maestro chocolatero Walter Biurra, con 20 años de experiencia en el rubro. Lamentablemente “no nos alcanzaron los tiempos para replicar estos cursos en Posadas”, que fue anfitriona por varios años.Feria Artesanal de Pascua en OberáCon una serie de productos ligados a la festividad religiosa los artesanos obereños estarán en Plazoleta Qüemes, todos los días, hasta el sábado 26. Huevitos decorados, rellenos con garrapiñada o maní dulce, canastitos, huevos de chocolate, en diferentes tamaños, colores y hechos de diversos materiales, son parte de la colorida y amplia oferta. “Es la Feria más importante que tenemos” confió a PRIMERA EDICIÓN, Elizabete Klaske, una artesana oriunda de Brasil pero que está radicada en Oberá hace muchos años. “La mayoría de las artesanías se realizan con materiales reciclables, cartones, botellas de plástico, frascos, todo sirve”, explicó.Klaske forma parte de la Feria Permanente, que se desarrolla en ese espacio, hace ocho años. Todos los martes, jueves y sábados del año expone y vende sus artesanías. “Si bien nos preparamos especialmente para la Feria de Pascua, durante todo el año vendemos otras artesanías. Tengo remeras pintadas con motivos regionales, en todos los talles, es lo que buscan los turistas. También hago tapices, crochet, alpargatas pintadas en acrílico, toallas, repasadores, principalmente todo en pintura artística”. La Feria Permanente representa un importante espacio para los artesanos. “Pagamos una colaboración semanal para mantener los puestos. Nos ponemos de acuerdo en los precios de productos comunes y nos ayudamos entre todos. Hay excelentes artesanos aquí y para muchos es el principal ingreso económico”, sostuvo.Klaske es casada, tiene dos hijos ya profesionales y un nieto. “Siempre me gustó pintar, cuando mis hijos se independizaron decidí dedicarme a estas manualidades. Mi marido me armó un taller en casa y me hice monotributista social. Con mi trabajo tengo obra social y pago jubilación. Tengo 59 años, cuando ya no pueda trabajar voy a iniciar los trámites de jubilación”, confesó.





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