Es bueno recordar que aquello en lo que me concentro y le presto atención, es aquello que va crecer y tomar fuerza, y de igual manera si ignorase lo que sea, lo misma dejaría de tener importancia hasta desaparecer, como si fuera una plantita a la cual no se la riega nunca y termina muriendo.Lo mismo sucede con los calificativos que les decimos a nuestros niños. Si tu hijo, tu vecino, tu alumno ha hecho algo inadecuado, o no le ha ido bien en una materia, o ha roto algo en la casa o en la escuela, recordarle que lo hizo mal, que es un tonto, desobediente, no ayudará, puesto que ya sabe que algo no hizo bien, nuestra actitud y postura le cuenta y remarcarlo solo hará que crezcan en el sentimientos de miedo, frustración e inseguridad. Mas bien recordale que puede estar más atento, que la próxima lo hará mejor, que él puede, que es capaz e inteligente, y que todos cometemos errores y es parte del aprendizaje, y que todo estará bien, que el secreto es intentarlo de nuevo. Fomenta en tus niños seguridad, coraje para afrontar situaciones difíciles, apóyalo con calificativos positivos y piensa que ellos son como una hoja de papel en blanco, y que cada palabra que le digas quedara escrito para siempre en su corazón.Colabora: Natalia de las NievesPsicólogaEn Facebook: Rincón De Luz y Bienestar154366593





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