Ladrillos, maderas, machihembres, aberturas, tanque de agua, inodoro, accesorios para el baño, ropas, comestibles y mucho más, recibió la familia de Bonpland tras la nota de PRIMERA EDICIÓN WEB mediante la cual se contó el mal momento que tuvieron que pasar tras el accidente doméstico que puso en riesgo la vida del pequeño Antonio de ocho años.Sin embargo, el objetivo ahora es armar la vivienda de forma cómoda, segura y en buenas condiciones para que el pequeño y su familia puedan vivir en condiciones dignas. Para ello todavía se requiere un poco más de ayuda, en especial de quienes puedan donar bomba para agua, chapas, arena, cemento, tirante y clavadores tamaño 3×3 (para el piso).La familia está compuesta, además del niñito accidentado, por sus papás y otros cuatro hermanitos: dos varones de 11 años y dos años y medio, respectivamente y dos nenas de 10 y 6 años.Son de condición extremadamente humilde, motivo por el cual se sigue requiriendo la solidaridad de la comunidad para que puedan contar con elementos de cocina, mantas, ropero, mesita, ventilador, cocina a leña o a gas y todos los elementos habituales en una casa en condiciones.La Policía y algunos vecinos ya acercaron algunos enseres, pero aún faltan muchos más, ya que son mínimos los elementos con los que cuentan en el lugar.Se necesitan chapas, arena y cemento, después se precisará también camas para cada uno y un inodoro, pileta, tanque de agua, manguera y una bomba de agua para la construcción de un baño instalado.Para cualquier tipo de ayuda habrá que comunicarse con Rubén Denis al (3754) 659057.“Gracias a la ayuda de toda la gente nos estamos recuperando. Antonio todavía no asiste a la escuela porque seguirá en reposo las próximas dos semanas”, contó el jefe de hogar sobre la salud del pequeño que se vio notablemente mejorada al recibir las muestras de solidaridad y cariño de los misioneros. El accidenteAntonio estaba en el exterior de la vivienda familiar cuando su hermanito de dos años y medio se acercó con el bidón de nafta de la moto de 110 cc de su papá donde justo en ese momento estaban quemando basura.Para evitar daños al pequeño -que igualmente sufrió quemaduras en la oreja que su padre curó con aloé-, otro de los hermanos pateó el bidón de combustible, con tan mala fortuna que alcanzó a Antonio, quien sufrió graves quemaduras que amenazaron su vida y que lo obligaron a permanecer hospitalizado durante casi un mes.





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