A cinco años del homicidio del menor Guido Kachuk (17) su familia, amistades y allegados lo recordaron y rezaron en su memoria. Fue a través de una misa que se ofició el domingo en la Iglesia Ucraniana San Vladimiro de la capital provincial. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, su padre, Jorge Kachuk, afirmó que no tiene prácticamente esperanzas de que los acusados, actualmente detenidos, vayan a juicio. “El que nos da fuerza para seguir es Dios. Otra cosa no hay, no existe. Él nos da fuerza para poder seguir adelante”, afirmó Jorge, muy afligido por la falta de respuestas por parte de la Justicia en los últimos meses. “Nos dicen que no tienen tiempo de atendernos”, explica con respecto a las audiencias que han solicitado con el juez que sigue la causa. “Hace cinco años me vienen diciendo lo mismo, que va a salir el juicio pero realmente uno no sabe si va a salir o te ‘versean’. Creo que todo depende del juez que es el que tiene que proceder, y sobre todo decidir”, indicó el padre del menor que fue asesinado en medio de un robo, un día como hoy, pero de 2011. “Seguimos unidos”Para Jorge Kachuk no pasó el tiempo y las heridas por la muerte de su hijo siguen abiertas y afectaron a todo su entorno. “Era un chico muy querido, lleno de proyectos, muchos de los cuales teníamos en común. Esos proyectos o pretensiones que teníamos se fueron con él… antes teníamos muchas cosas planificadas, pero ahora nuestra vida cambió mucho… en realidad esto no solamente nos cambió la vida, también nos arruinó la vida”, dice el padre de Guido, quien no puede ocultar la tristeza y el dolor e insiste en que solamente Dios sostiene o les da la fuerza para seguir luchando el día a día que significa estar sin uno de sus hijos. “Aunque la familia es importante, como siempre seguimos, y seguiremos unidos, eso es algo que nos hace fuerte ante tanta tristeza”, explicó. “Este año recién empieza, pero no sabemos que esperar, hoy por hoy con la Justicia no se sabe que puede llegar a ocurrir. Creo que reunirnos por una misa en su memoria es lo más importante que se puede hacer en estos casos, mientras tanto otra cosa no hay”, afirmó. “No lo puedo entender”Jorge Kachuk indicó a este medio que “nunca me dieron explicaciones con respecto a la demora de la causa para llegar a juicio. O sea yo creo que cada caso es un proceso y está la causa en la que no le tienen a nadie detenido y está la que tienen presos, por eso no entiendo. En la investigación por el caso de Guido hace cinco años que tienen a detenidos e incluso ya está todo para que se realice el juicio. Uno no entiende por qué motivo si ambos ya fueron encarcelados e incluso declararon ante el juez… y por si fuera poco encontraron el arma… me pregunto porqué tuvieron que pasar cinco años para llegar a juicio y además ni siquiera existe una fecha. Es increíble”, expresó evidentemente indignado el progenitor de la víctima.Madrugada mortalGuido Kachuk salió de su casa alrededor de las 23.40 del lunes 21 de febrero de 2011 con destino a la parada de colectivos de Lavalle y Chacabuco. Había llegado de jugar al fútbol, se bañó y tenía intenciones de visitar a su novia en el barrio San Onofre. Como el colectivo se atrasó, el adolescente decidió abortar el plan. “No viene el colectivo, me vuelvo a casa”, le escribió a la joven. En eso estaba cuando aparecieron dos delincuentes con un revólver calibre 22 y le exigieron la entrega del celular. Según la reconstrucción judicial, Ríos y Acevedo lo habrían visto manipular dicho teléfono y esa acción bastó para que decidieran “apretarlo”. Se acercaron a él como si también fueran a esperar el colectivo y, en determinado momento, lo intimidaron. No contaron con que Guido se resistiera. En medio de la lucha se produjo el disparo que luego, en el Madariaga, en el marco de otra historia de negligencia, acabó con su vida. El proyectil ingresó en el abdomen del adolescente, que -tambaleante- pidió auxilio a un sereno de la cuadra. Cayó desplomado sobre calle Parodi, desde donde fue levantado y trasladado por su propio padre al Madariaga. Debido al calibre utilizado, Kachuk no sufrió sangrado exterior, pero sí lesiones internas que cerca de las 4 del martes 22 de febrero le provocaron la muerte. Antes, según denunció su padre, los médicos tardaron demasiado en atenderlo. “Me dijeron que estaba drogado o alcoholizado”, contó alguna vez a este Diario. Horas después, Ríos y Acevedo fueron detenidos por la Policía. La Justicia posteriormente les imputó el hecho, pero amplió la perspectiva también hacia la atención médica. El último fallo en la causa Tras varios meses de recorrer distintas dependencias judiciales, en junio del año pasado se resolvió que la causa por el crimen de Guido Kachuk (17) finalmente vaya a juicio oral y público. Fue una resolución de la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de esta capital, dejando firme dicha medida. La resolución fue confirmada por los integrantes del mencionado alto cuerpo judicial, quienes por mayoría resolvieron a favor de la solicitud planteada por el Ministerio Público Fiscal de elevar la causa a debate.El expediente tiene tres imputados, con distintos niveles de participación y responsabilidades.“Chuchi” Ríos y “Maxi” Acevedo (ambos de 21 años) están detenidos por su presunta vinculación con el intento de robo en el que la víctima recibió un balazo en el estómago. La situación del médico Manuel Ibarra, quien estaba de guardia en el hospital Ramón Madariaga cuando Kachuk ingresó acompañado por su padre, es diametralmente distinta: deberá responder por el delito de “homicidio culposo”. Al respecto, como se informó desde este Diario en su momento, fueron las pericias realizadas por el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial las que determinaron que la tardanza en la atención de Guido Kachuk fue un factor decisivo en el desenlace fatal.





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