Este ajuste de 23.400 millones de reales, previsto en principio para fines de marzo, fue anunciado dos días después de que la agencia de calificación de riesgo Standard and Poors volvió a rebajar a otro peldaño de la categoria especulativa a la deuda soberana de Brasil."Estamos dando continuidad al esfuerzo de la reducción de gastos", dijo el ministro de Planificación Valdir Simao en una rueda de prensa. "En términos nominales, los gastos vuelven a los niveles de 2010", indicó por su parte el ministro de Hacienda, Nelson Barbosa.Pero analistas consideran insuficiente las medidas, que incluyen un nuevo impuesto a las transacciones financieras y una reforma del sistema de jubilaciones que aún debe ser aprobado por el Congreso.El ajuste anunciado "es insuficiente para poner en equilibrio las cuentas públicas, aunque es difícil decir exactamente de cuánto debería ser", explicó a la AFP el economista Alex Agostini.Anticipándose a esta posibilidad, Barbosa anunció que el gobierno está "proponiendo un espacio fiscal para ser usado en caso de ser necesario" a través de autorización para que la meta fiscal fluctúe entre el actual +0,5% del PIB hasta -0,97%."Una banda significa en gruesos términos que se va ajustando el gasto conforme los acontecimientos, lo que muestra que el gobierno no está comprometido de manera efectiva con el equilibrio fiscal", subrayó Agostini.La falta de capacidad de ahorro de Brasil, en medio de una crisis que derrumbó la actividad, llevó al gobierno a reducir su meta cinco veces en 2015: el objetivo inicial era un superávit fiscal primario de 1,2%, pero el mercado estima que por tercer año consecutivo las cuentas públicas cerrarán en rojo, posiblemente con un déficit primario de 2%.El corte anunciado este viernes es menor al primero aprobado el año pasado de 69.900 millones de reales, al que luego se le sumaron 10.000 millones de reales más. Pero el gobierno asegura que hay poco de donde cortar."Partimos de un escenario más restrictivo. El sacrificio será mucho mayor que el que hicimos el año pasado", indicó Simao, que aseguró que los principales programas sociales del gobierno no se verán afectados.Brasil enfrenta su peor recesión económica en un siglo. En este contexto, los ministros revisaron este viernes nuevamente a la baja la estimación de contracción del PIB este año, a -2,9% contra -1,9% anteriormente, y fijaron el objetivo de inflación en 7,1%.Fuente: Agencia de Noticias AFP/NA





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