Desde el miércoles último y pese a la brevedad de la semana concluida, se retomó la actividad en el Concejo Deliberante local, tras el receso administrativo de verano iniciado a fines de diciembre. Pero ese paréntesis no fue tal, al menos para la mayoría de los concejales que realizaron diversas reuniones y encuentros para analizar el nuevo cuadro político en el cuerpo, ir acordando la tarea deliberativa del próximo año y asegurar la gobernabilidad en el municipio.Desde la oposición, que ahora lo controla, estos encuentros apuntaron primeramente a ordenar la herencia recibida, donde el exceso de personal de reciente nombramiento (se rescindieron 200 contratos) y un importante endeudamiento con proveedores (existía un déficit de 16 millones de pesos) ocupó la atención de los ediles.Claro que tampoco estuvo ausente la distribución de áreas de influencia entre las cuatro bancadas que integran el interbloque opositor, la colocación de gente de confianza en los puestos claves y la elaboración y consenso de una agenda deliberativa para el período que comenzará el 1 de marzo venidero.Una nueva realidadEsa mayoría impuso una nueva realidad política dentro del cuerpo, ubicando a Alejandro Adolfo Velázquez (SET) en la Presidencia, y al radical Fernando Ariel Pianesi y al puertista Daniel Ramón Amarilla en las Vicepresidentes. En tanto, designando al abogado Gustavo Adolfo Zach, como secretario.Desde entonces, el oficialismo –ahora constituido en primera minoría- reiteró encuentros entre ellos y funcionarios del Departamento Ejecutivo Municipal con el propósito de ir acordando estrategias para afrontar esa nueva relación de poder y consensuar políticas comunes que permitan apuntalar la gestión municipal; amén de imbuirse en las propuestas que el intendente Losada anunciará en su próximo discurso, cuando deje inauguradas las sesiones ordinarias de este año. “Vamos a acompañar las distintas iniciativas y planteos concretos cada vez que nos parezcan óptimas y vayan en beneficio de los posadeños”, aseguró ayer el renovador Julio Vivero, en referencia a la tarea que desarrollarán en el Concejo. Su planteo es similar al del propio Velázquez, quien en diciembre pasado había dicho: “Como interbloque opositor, vamos a brindar todo nuestro apoyo a Joaquín (Losada), dentro de las posibilidades que entendamos correspondan”.De igual manera se pronunciaron también otros ediles de esa coalición deliberativa, quienes también plantearon, además de otras nuevas, recuperar algunas de las numerosas iniciativas presentadas en los últimos años y que fueron “cajoneadas” por la entonces mayoría renovadora.Transporte público, boleto social y ley de lemas fueron tres de los ejes para esa tarea planteados por Velázquez y en los que hubo coincidencia, particularmente en el último, entre los demás ediles no renovadores.El de la ley de lemas será, quizás, el que ocupe buena parte de la labor deliberativa de este año –necesariamente deberá haber una larga negociación con el oficialismo-, buscando saldar un debate pendiente, insistentemente reclamado por la oposición y permanentemente evitado por la renovación.Aunque esta vez con mayores posibilidades de éxito, en razón del debate político planteado desde la Nación y que apunta a mejorar el régimen electoral en todo el país.Estos temas comenzarán a trascender en semanas venideras cuando comience a pleno la actividad de las ocho comisiones permanentes que deberán iniciar el estudio de varias propuestas incorporadas en 2015 y aún no consideradas. En esos grupos de trabajo la situación es también diferente a lo de hace un año, ya que en su mayoría se encuentran presididas por concejales del interbloque y no del oficialismo. La renovación preside sólo dos: Salud y Mercosur. Todas ellas tienen mayoría opositora.Sesión inauguralDías atrás comenzaron los primeros contactos en la Intendencia y el Concejo con el propósito de organizar y acordar la ocasión en que el 1 de marzo próximo el intendente municipal Mario Joaquín Losada deje inaugurado el período deliberativo ordinario de sesiones 2016.En su primer mensaje inaugural al cuerpo, el jefe comunal deberá detallar la política que desarrollará durante su gestión iniciada el 10 de diciembre pasado y exponer la situación municipal recibida.“Trabajar juntos” y “retomar lo mejor de las gestiones anteriores, potenciándolo”, había sido la promesa de su breve discurso al momento de jurar y que ahora deberá ampliar y exponer esos propósitos y objetivos.El período ordinario de sesiones que dejará abierto Losada se extiende hasta el 30 de noviembre.Diálogo, negociaciones y acuerdosDiálogos, negociaciones y acuerdos parecen ser las palabras comunes a todos los concejales posadeños, sin importar su encuadramiento partidario, con vistas a la actividad legislativa de este año en el Concejo Deliberante local, desde el 10 de diciembre pasado controlado por el interbloque opositor.Esta es la tercera vez en las ultimas dos décadas –tomando un período arbitrario- en que los dos poderes del gobierno municipal están en manos políticas diferentes, ya que en las elecciones del año pasado la Renovación no logró los votos necesarios para seguir siendo mayoría, tal viene repitiéndose desde 2011.Con ocho ediles, distribuidos en cuatro bloques y uno más que la mayoría, logró imponer en la última renovación deliberativa a una conducción multipartidaria integrada por el camionero Alejandro Velázquez, como presidente; el radical Fernando Pianesi, como vicepresidente primero; y el puertista Daniel Amarilla, como vicepresidente segundo. El hasta entonces oficialismo, con seis escaños y sin apoyo de otras bancadas, pasó a convertirse desde en primera minoría, creándole al nuevo intendente municipal Mario Joaquín Losada una situación similar a la que debieron superar sus antecesores Carlos Rovira, entre 1997 y 1999, y Orlando Franco, durante el periodo 2009/2010.Triunfo opositor y defección oficialistaEn el primero de los casos, el contundente triunfo electoral de la entonces Alianza ubicó en ese bienio en la Presidencia a Enrique de Arrechea; y en 2009, la deserción de la renovadora Felisa Gottschalk la llevó a constituirse en la primera mujer en ese cargo con el apoyo opositor que le birló así al entonces intendente Orlando Franco un puesto clave que parecía tener asegurado el oficialismo. Este acuerdo no pudo repetirse al año siguiente cuando el oficialismo logró el abandono de dos concejales de esa coalición opositora, promoviendo a uno de éstos: José Vicente Almirón. Aunque éste no fue el único caso, porque en estas dos décadas recientes hubo también otras situaciones similares en que el oficialismo de turno logró conservar el poder del Deliberativo llevando a la titularidad del cuerpo a un “opositor”.Ambas experiencias, la de De Arrechea y la de Gottschalk, fueron diametralmente diferentes. En el primero de los casos, aunque h
ubo profundas discrepancias con el DEM, el diálogo y los acuerdos políticos evitaron conflictos insalvables y la gobernabilidad quedó asegurada.En el segundo, la defección de Gottschalk generó una relación ríspida que generó múltiples vetos desde la Intendencia, algunos traspapelados en su comunicación al Concejo y que recién fueron considerados y aceptados por éste en los dos períodos deliberativos siguientes.Esta vez al menos ya hubo un encuentro entre el intendente Losada y el presidente Velázquez, a poco de asumir ambos. Según declararon luego, las conversaciones fueron excelentes y hubo acuerdo en varios de los temas considerados (presupuestarios y políticos). Aunque recién ahora, con la apertura de la actividad deliberativa plena se verá el real alcance de esas conversaciones y lo aceitado o no de los mecanismos abierto para mantener ese diálogo.





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