Acompañar a las niñas y adolescentes en su proceso de transformación física y psicológica hacia la adultez es uno de los grandes retos que como mamás y papás se debe afrontar y que preocupa, prácticamente, desde la llegada de esa pequeñita a la familia. La ginecología infanto-juvenil es una subespecialidad médica que busca, principalmente, promover, prevenir y educar en temas como salud reproductiva y sexual en edades tempranas, como así también colaborar con los padres con toda la serie de cambios que se van presentando, cada vez a más temprana edad. En la capital misionera son tres doctoras, Andrea Morgenstern, Cecilia Rosés y Alicia Díaz las que dedican sus consultorios a este período de la vida.Andrea Morgenstern, quien trabaja junto a Cecilia Rosés en un centro de salud integral de la mujer, explicó a PRIMERA EDICIÓN que son muchas las mamás que se acercan con sus hijas en busca de consejos e información para a travesar esta etapa compleja de la vida de toda mujer.Obviamente, cuando no existen problemas de salud, la anticoncepción es uno de los temas que más llama a consulta. La especialista, que también presta sus servicios en el hospital, hizo hincapié en que “hay una realidad cultural que se vive en Misiones (que no abarca el sector privado, sino el público), en la que no se ve al embarazo adolescente como algo malo, por eso es que la provincia ocupa uno de los primeros lugares en las tablas de embarazo adolescente y en realidad es porque es algo cultural, entonces hay que separar quiénes están embarazándose sin desearlo y para quienes es algo que culturalmente necesitan”.Y añadió que “la realidad es que el concepto de anticoncepción no está muy instaurado en las chicas más a temprana edad y más en las poblaciones sociales más vulnerables, falta contención por parte de los padres”.En los sanatorios se nota más la presencia de mamás que traen a sus hijas, sin embargo, lamentablemente, esto no ocurre en todos los sectores, puede resultar “discriminatorio hablar así, pero es la realidad, entonces la salud pública lanzó campañas de planificación familiar y una de esas es el dispositivo en los brazos para mujeres de 14 a 24 años”, detalló la doctora y mencionó que “en el sector privado este tiene un costo, pero en el público está disponible de forma gratuita, el problema es que no se lo quieren colocar, porque se apoyan en un montón de tabúes”.“La mala información también lleva a ideas equivocadas, como que si tomo anticonceptivos no voy a quedar embarazaba después, o si me coloco el ‘chip’, como le dicen las chicas, se me va a caer el pelo, me va a agarrar cáncer, se me va a caer el pelo, googlean mucho y leen muy mala información. Utilizan la ‘pastilla del día después’ como método anticonceptivo y no tienen idea el mal que les hace, a veces cuando se les explica toman conciencia, pero su pensamiento es ‘total tomo la pastilla y no pasa nada’. Otra cosa que es por embarazo adolescente es el alcohol, las chicas salen, toman, no tienen idea de lo que hacen, tienen relaciones con su novio o con cualquiera y muchas toman la ‘pastilla del día después’ como una cosa de todos los fines de semana”, enfatizó Morgenstern.“El otro problema es el mal uso del preservativo, con el que gracias a Dios ahora los chicos se quieren cuidar más, porque el embarazo es lo de menos, es lo más sano, hay miles de enfermedades de transmisión sexual que es a donde apuntamos, al doble método en las adolescentes, para que el varón también se cuide. Ahora está un poco más aceitado el tema, pero hasta hace un tiempo era muy difícil que usen las dos cosas y no se embarazaban, pero tenían un HPV, hay mucho HPV en los adolescentes, tanto varones como mujeres, por eso la vacuna y tanta insistencia en el tema”, sostuvo la doctora.Y añadió que “la vacuna es ideal que se aplique al comienzo, a los once años, estaba previsto que sea a los nueve, pero por una cuestión social y que las mamás pensaban ‘por qué a los nueve le vamos a poner una vacuna de HPV si mi hija no se inició’, justamente, es para prevenir y no se aplica a los varones porque la vacuna ingresó al país sólo para mujeres, aunque en realidad tiene que ser para los dos, porque los dos son portadores”.Otra situación con que la especialista se encuentra mucho en el momento de la consulta con las adolescentes es el temor a que las madres se enteren que toman anticonceptivos, “entonces muchas no toman por miedo o dejan la pastilla en la casa del novio, ‘pero no vi a mi novio y no pude tomar’, y es ahí cuando hablaría más a los padres que a los chicos, que acepten que la realidad es esta ahora y que por prohibir no vas a evitar que tu hija tenga relaciones, más vale abrite y ayudala a cuidarse”, sugirió Morgenstern.Ser mamá de una niña“Habitualmente las niñas se inician sexualmente uno o dos años después de la primera menstruación, y esta puede aparecer desde los 9 hasta los 16, varía mucho, pero es entonces cuando las niñas se desarrollan y sienten deseos”, explicó la especialista infanto-juvenil.Y detalló que “el ambiente es uno de los factores que lleva a que las niñas se desarrollen cada vez a más temprana edad y cada vez va a ser peor”. Por eso hay ciertos aspectos que las mamás deben tener en cuenta cuando tienen una niña que está llegando a la adolescencia”.“La higiene sexual, cómo limpiarse, la depilación, muchas mamás piensan que son muy chiquitas pero las nenas pasan tremendas vergüenzas porque están llenas de pelitos, aunque todavía no menstrúan, y se sienten incómodas, las mamás deben ser conscientes y entender el momento por el que están pasando. El uso del tampón cuando están menstruando y van a la pileta, no es algo que les va a quitar la virginidad, sino que es algo que es para que se sientan cómodas. El control del peso, que no se excedan o comiencen con trastornos alimenticios”, son algunos puntos a atender en las pequeñas, dijo la doctora.Y sumó otros, que deben aplicarse tanto a hijas como hijos, como “el control del celular, muchos papás dicen ‘no sé como sacarle el celular’, no, el celular debe tener horarios, debe tener control parental. El desayuno, los horarios, más en vacaciones. Los chicos nos necesitan todo el tiempo, desde el desayuno hasta el control del celular, se deben poner puntos, horarios, organizar sus vidas, no que hagan lo que quieran para que nosotros estemos tranquilos”, aconsejó.Privacidad, un derecho“A partir de los catorce años tienen derecho a una entrevista en privado, sin la presencia de un mayor, es su derecho, entonces las mamá sí o sí tiene que esperar afuera, lo que la nena permite que se hable se habla con la mamá”, explicó la especialista.Cuando se trata de anticoncepción, “si está un mayor presente se elige un método en conjunto, si no acorde a la situación de la adolescente. Además se l
e explica de forma sencilla y práctica cómo debe hacer, anotar el calendario en el celular, se les enseña a bajar la aplicación, en qué momento tomar la pastilla, tiene que ser algo que haga todos los días, incluso fin de semana”, añadió.





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