Tras quince años de permanencia, la Biblioteca Popular “Ernesto Sábato” de Jardín América avanza con la construcción de sus nuevas instalaciones. La edificación del salón de lectura, en un terreno situado sobre avenida Iguazú y Nicaragua, comenzó en marzo del año pasado, cuando la comisión directiva empezó a invertir el dinero de las cuotas societarias en mano de obra.Silvia Politti de Albornoz, presidenta de la entidad desde hace más de tres años, manifestó que se comenzó a levantar la primera etapa de una obra ambiciosa. Es que cuentan con un interesante proyecto que les fue donado por el arquitecto Bernardo Herrera. Contempla una sala de lectura, una sala para libros especiales, un auditorio para la presentación de libros, un estar para exposiciones y lectura, y algunas dependencias para la administración. Por el momento, la biblioteca, que depende de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) y está agremiada a la Federación Misionera de Bibliotecas Populares (Femibip), desarrolla sus tareas en un local de la calle Aconcagua 460, cedido en calidad de préstamo por la comuna local. Esa fue la primera casa de material construida en Jardín América, que fuera cedida por Isaac Da Silva para el futuro museo de la localidad.Politti de Albornoz contó que al iniciar su gestión, la cifra rondaba los cuatro mil libros inventariados. “Se trató de poner al día, aprovechando que soy jubilada y tengo más tiempo. Muchas personas que trabajan y colaboran con la biblioteca tienen sus trabajos habituales. Ahora llegamos a los 10.680 libros, estamos al día con el inventario. Parte de ese material viene de la Conabip, que además envía dinero para ir a la Feria del Libro a fin de adquirir ejemplares. Durante años anteriores, también recibimos aportes de la vicegobernación. Todo eso incrementa el caudal de ejemplares, más las donaciones de particulares que fueron muchísimas el año pasado. La gente nos acerca sus libros porque sabe que están a buen resguardo”. La biblioteca posee libros de texto actualizados de las distintas áreas, de psicología y educación física (en la localidad hay un profesorado). “Tratamos de comprar las últimas novelas y de todos los autores. Tenemos muchísimo material de historia, de política, de actualidad, enciclopedias. A veces visitamos a los socios para cobrar la cuotas como para hacerlo más personalizado y la verdad que tuvimos muy buena respuesta. Hace quince años que está, queremos que siga estando y que se sumen muchas personas a esta comisión”, auguró.En movimientoPolitti de Albornoz recalcó que está abierta para toda la comunidad, y que para retirar libros y llevarlos a casa, hay que asociarse. La cuota de este año rondará los 300 pesos anuales. “Es por quince días y se pueden renovar en ese periodo. La primera vez se presta un ejemplar, la segunda se pueden llevar más de uno. En los últimos tiempos hubo bastante movimiento. Los chicos se comunican a través del Facebook que Yesica Scherich se ocupó de reactivar. También se comunican por whatsapp, se comentan cosas. Se hicieron actividades como el encuentro sobre Sábato, en ocasión del aniversario de su nacimiento, y un encuentro sobre literatura juvenil, con una disertación del profesor Darío Scherich”, reseñó esta docente jubilada. Para el decimoquinto aniversario recibieron la visita del artista plástico Bernardo Neumann, quien expuso sus obras junto a artistas locales.Acotó que los chicos se movilizan con el tema de las zagas que están de moda “por eso tratamos de tenerlas. El año pasado se invirtió mucho en literatura juvenil en la Feria del Libro. Hay mucho movimiento de jóvenes que es para mencionar y rescatar porque es muy importante que estén en la lectura. Un trabajo interesante que hicieron los jóvenes fue comentando los libros y observando la película Divergente, por ejemplo”.Se muestra satisfecha al señalar que “dentro de todo hay muchos chicos, permanentemente hay movimiento. Hay mucho material para niños así que invitamos a los padres que en lugar de gastar en libros, vayan a la biblioteca. Hay una salita para chicos, con unos dos mil libros disponibles. Nos estamos quedando cortos de espacio por eso la importancia de llegar al edificio propio. Estamos bastante saturados, sobre todo a partir de las donaciones de la gente”.





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