El testimonio de un adolescente de 17 años complicó aún más la situación del sospechoso de <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/212830/fue-a-pedir-una-seca-de-marihuana-y-termino-muerto-de-una-punalada.html">asesinar de una puñalada en el pecho a Gerardo Ezequiel Meza (40) durante la madrugada del domingo pasado</a> en un espacio público del barrio Fátima de la capital provincial.Los detalles brindados por el menor de edad apuntaron a que la víctima, quien se habría acercado a un grupo de tres jóvenes con fines amistosos, sufrió la artera estocada propinada por el considerado prófugo, y que es seguido de cerca por los investigadores policiales, quienes tienen señalado los presuntos puntos donde buscaría escondite, tanto en Posadas como en el interior de la provincia.Personal de la Dirección Homicidios, que se mantiene hermético en cuanto a los avances del caso, trabajó en la zona desde el mismo día de conocerse el sangriento episodio.Según las primeras estimaciones de lo sucedido, Meza se dirigió hacia donde se hallaban dos jóvenes, a los que habría señalado como “compinches” o conocidos, para pedirles los dejen compartir una rueda de cigarrillo de marihuana.Estos individuos, habrían compartido en el mismo lugar pizza y cerveza momentos antes, y cuando se aprestaban a fumar un “porro”, se acercó con amabilidad Meza.Pero el pedido no habría sido bien recibido por uno de los jóvenes, mayor de edad, quien se enojó y sacó un cuchillo de su ropa y atacó a Meza.En la escena, sólo quedó la víctima desangrándose, tanto el agresor como el testigo desaparecieron de inmediato.Hasta que la labor de los investigadores facilitó dar con el menor, y que preste declaración bajo disposición del juez Correccional y de Menores de Posadas, César Jiménez. Vale resaltar que el expediente está en manos del Juzgado de Instrucción 6 de esta capital, a cargo de Ricardo Balor.“Un tipo peligroso”Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN describieron al prófugo como un joven con reiterados conflictos con la ley.“Tiene 23 años y vive cerca de la plaza donde habría asesinado a Meza. Pero no sorprende que lo haya hecho porque vive amedrentando a los vecinos”, confió una fuente investigativa que no remite a sospechas.Entre las últimas acciones enfrentadas a la Justicia, habría robado un equipo de aire acondicionado completo, a plena luz del día y ante la mirada de vecinos, que se negaron a denunciarlo por el miedo que le tienen.Pero no fue el único delito contra la propiedad, otros hogares de personas que lo vieron crecer en uno de los asentamientos del sur posadeño, también fueron víctimas de los “escruches” a sus casas para robarles garrafas o cualquier elemento de valor.Hace diez días incluso, le propinó un botellazo a un hombre al que conocía, pero lo atacó “sólo porque le miró mal y cruzó palabras”, agregó el mismo consultado.Los familiares no se atreven a aportar datos sobre su paradero, por temor a la represalia que habría advertido el mismo joven, quien estaría a su vez inmerso en el flagelo del consumo excesivo de estupefacientes y alcohol.





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