Al menos 17 vecinos de Corpus reportaron a la Municipalidad la voladura de los techos de sus viviendas durante el temporal que se abatió sobre la zona en horas de la siesta del lunes, y que también produjo severas consecuencias en la zona urbana y rural del municipio de Gobernador Roca. Hubo cinco casas techadas con zinc y otras doce cubiertas con chapas de cartón las que fueron averiadas, según relató el intendente de Corpus, Orlando Rostan. Manifestó que también aquí alrededor del 80% de los productores hortícolas sufrieron el destrozo de los invernaderos y los cultivos, en particular de tomates y morrones, que por estos días se encuentran en plena producción.Rostan manifestó que “tuvimos problemas pero gracias al accionar y a la solidaridad de la comunidad, de la policía, la unidad sanitaria, que recorrieron el pueblo y que se juntaron para ayudar, para limpiar, se volvió a la normalidad en poco tiempo”. Relató que la ruta provincial 6 se llenó de gajos, que impidieron el normal tránsito en varios lugares, pero que “los empleados salimos con las máquinas a despejar y los vecinos ya estaban trabajando. Fue rapidísimo”.Agregó que hubo cuatro casas techadas con zinc que sufrieron averías pero que “cuando fuimos a ayudar, los vecinos ya se estaban ocupando. Hoy (por ayer) por la continuidad del mal tiempo no pudimos reparar una construcción donde cayó un árbol pero mañana (por hoy) si el tiempo ayuda, tenemos el material y el personal que lo va a arreglar”. Las otras doce familias cuyos techos estaban cubiertos con chapas de cartón ya subsanaron la situación, con ayuda proveniente del Ministerio de Desarrollo Social. Como el daño fue parcial, las personas pudieron seguir viviendo en sus casas.Al igual que a su par de Gobernador Roca, a Rostan le preocupa la situación de los pequeños colonos de la zona. “Quedan pendientes los productores que perdieron sus invernaderos. Mañana (por hoy) vamos a hacer el relevamiento y vamos a mandar las necesidades al Ministerio del Agro, para ver si pueden recibir alguna asistencia. Son pequeños productores que sufrieron daños muy grandes porque la producción está a pleno. Fue en un 80%, el viento destruyó muchísimo. Los productores están amargados, en plena producción sobre todo de morrones y tomates”, graficó el jefe comunal.Respecto al suministro de energía, comentó que alrededor de las 22 del lunes, se restableció el servicio en un sector pero que al cierre de la edición todavía no contaban con electricidad los vecinos del barrio 8 de Diciembre, donde habían caído al menos dos transformadores. “Como había un gran equipo de personas trabajando en la zona urbana, pusimos todo el equipo municipal a disposición de la empresa Emsa, que ayudaron a poner en pie los postes” para responder a los reclamos con mayor celeridad.En Roca continúan relevando a los colonosAyer, a pesar de la lluvia torrencial, funcionarios de la comuna de Gobernador Roca realizaron el relevamiento de los productores damnificados sobre la ruta 6 y por la tarde, ingresaron a las colonias Roca Chica, Santa Rosa y Yacutinga, para continuar con la tarea. El municipio cuenta con unos 800 invernaderos, de los cuales el temporal destruyó el 80%, según lo relató el intendente, Rosendo Lukowski.“Hay lugares en los que no quedó nada. Vamos a necesitar unas 300 carpas de 50 metros que se dividen en dos y esperamos ayuda proveniente de Posadas”, dijo. Es que algunos colonos tienen solvencia pero muchos otros viven al día. “Es un trabajo de familia y de vecinos. Las verduras se terminaron de destruir con la lluvia porque bajo el invernadero requieren un riego lento” contó. Indicó que si bien los operarios de Emsa no pararon de trabajar, todavía no había luz en las colonias y presumió que recién el fin de semana culminarán con la totalidad de las tareas. En la zona urbana recién ayer al mediodía lograron tener el 90% de la energía. Hay un transformador que todavía sigue en el suelo. “Esto fue tan fuerte, tan grave, que no se puede solucionar de un momento a otro. Sacó la mitad del techo de la comuna y rompió los vidrios del frente. Era como un tornado, se veía que bajaba y subía. Cuando bajaba, no quedaba nada. Fue algo terrible, nunca visto. Hablé con gente que hace muchos años vive en la colonia y no recuerda algo similar”, refirió.




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