2015 inició con el nefasto asalto al Banco Macro de El Soberbio, uno de los más violentos atracos de ese tipo en la historia criminal de Misiones y que planteó un punto de intranquilidad y desasosiego en la sociedad.A primeras horas del lunes 2 de febrero al menos siete delincuentes fuertemente armados irrumpieron en la sede emplazada sobre avenida San Martín 562.Los ladrones habían planificado cada paso. Hablaban en “portuñol” y redujeron a los dos policías que se encontraban en el lugar. Uno de ellos era el cabo primero Roberto Omar Ballesteros (35), al que ejecutaron de un disparo en la espalda en plena calle. Los ladrones utilizaron a una treintena de rehenes como escudo humano.Con algo más de dos millones de pesos, escaparon en dos vehículos, uno de los cuales fue hallado pocos minutos después a orillas del Uruguay.Ya en Brasil, las fuerzas de aquel país detuvieron a Alex Lima Schimitz, Regis Da Silva Lópes, Evandro Scholer y Arlindo Da Luz, quienes se enfrentan a un proceso en su país por el hecho. El dinero jamás apareció.Pero en el atraco los ladrones se llevaron mucho más que los dos millones de pesos. A su paso dejaron muerte y acabaron con la serenidad en la que vivían cerca de 20 mil personas que no olvidan esa mañana en la que sobraron las balas y la violencia.Lamentablemente, éste no fue el único robo seguido de muerte. Un mes después, un pensionado fue asesinado con una azada en la localidad de San Vicente. Antonio Domínguez (64), fue atacado por un sujeto que llegó hasta su casa para pedir un trabajo. En ese momento lo ultimó con una azada. Después, para borrar la evidencia, prendió fuego la casa. Todo habría sido en ocasión de robo. El presunto homicida fue detenido en un monte de la zona, luego de intentar escapar de la Policía.La lista nefasta de asesinatos se amplió en abril, cuando un crimen sacudió a la localidad de San Pedro. Cerca de las 16 del domingo 26, fue hallado el cuerpo del remisero Fabio Rafael Lorenzo, de 26 años, asesinado a balazos. Horas antes de su muerte, Lorenzo manejaba su Chevrolet Corsa Classic cuando fue abordado por dos personas en la terminal de ómnibus de San Vicente. Al parecer, lo sacaron del auto y le dispararon en el hombro, además de darle un puntazo en el cuello. Después lo encerraron en el baúl. El automóvil estaba abandonado en el barrio Irrazabal de San Pedro. Los ladrones se llevaron la billetera con unos 3 mil pesos. Por el crimen apresaron a Daniel Ángel Carneiro (19), quien tiene prisión preventiva.En noviembre, en pocos segundos el delito se llevó la vida de un joven de 18 años, un aprendiz de albañil.Ernesto Fabián Zedro fue asesinado por un teléfono celular y la camiseta de su pasión, Boca Juniors, en una calle de Posadas. Fue de una sola, pero precisa, estocada en el estómago. Por el crimen un adolescente de quince años y con antecedentes por delitos contra la propiedad fue detenido por el hecho y alojado en la Unidad Penal IV por orden de la jueza Correccional y de Menores, Marcela Leiva.Cada uno de estos asesinatos fue cometido a sangre, puñal y fuego, sin miramientos, en un asalto, pasando por encima de la vida para hacerse con unos pesos. Es que no atacan para robar únicamente, sino que además cubren sus huellas con el manto de la muerte. Los ejecutaron para llevarse 40 mil pesosEl 16 de julio, la localidad de Los Helechos se conmovía con el hallazgo de los cuerpos de Lidia Bezus de Kosakzuk (69) y Diego Kosakzuk (29), su hijo. Las víctimas fueron ejecutadas a balazos sin ninguna chance de sobrevivir, a sangre fría y con una crueldad poco común en la zona.Lidia Bezus de Kosakzuk, de 69 años, fue asesinada de un disparo en la frente. Su hijo, Diego, de 29, presentaba dos orificios de bala: en el pecho y en el rostro. Ambos estaban indefensos cuando los remataron con un revólver calibre 22. De la casa los ladrones se llevaron 40 mil pesos. En un principio se barajó la teoría de que se habría tratado de un potencial “ajuste de cuentas”; luego se especuló con la hipótesis de un robo que terminó de la peor manera, cuando Bezus de Kosakzuk identificó a uno de los ladrones. Entonces decidieron ultimar a las víctimas antes de que los denunciaran en la Policía.Sin embargo, la estrategia no les sirvió de mucho. Los investigadores no tardaron en averiguar que Diego Kosakzuk había sido testigo, meses antes, en una causa por robo de yerba mate iniciada contra uno de los hombres que luego sería arrestado por su vinculación con los asesinatos.Dos días después fueron arrestados Jorge Miguel Chiluk (26), Jorge “Nano” Pereyra (34) y Sergio Alejandro “Tuti” Machado (26).Miguel habría sido quien aportó el dato de que Diego Kosakzuk tenía dinero en la propiedad, producto de la venta de pinos. “El tuerto” habría sido el que sumó a Sergio Alejandro a la planificación y ejecución del asalto. Este, a su vez, es sindicado, como el hombre que ejecutó a la mujer y a su hijo en Los Helechos.Fuentes de la pesquisa contaron que Bezus de Kosakzuk intentó escapar. Cerró la puerta en un intento desesperado por salvar su vida, encerrándose en algún sector de la casa. Pero el homicida la tumbó a patadas, ingresó y la remató de un balazo en la cabeza.Lo mataron para robarle $30 milEn los primeros minutos del 30 de septiembre, dos hombres ingresaron a la vivienda del barrio Obrero de Puerto Piray. Fueron hasta la habitación en la que descansaba el albañil José Villarreal, quien horas antes había llegado desde Buenos Aires con 30 mil pesos. Fue entonces que le propinaron cinco puntazos, uno de los cuales afectó un pulmón y le produjo un edema pulmonar. El trabajador falleció en cuestión de minutos.Al día siguiente, la Policía supo que la viuda mantenía una relación amorosa con Jorge Benítez (25), paraguayo, domiciliado en el barrio San José, en Piray.Antes de ir a buscarlo, el muchacho sorprendió al presentarse en la comisaría de Puerto Piray. El peso de la culpa hizo que brindara una versión zonza: incriminar sólo a la viuda de Villarreal en la muerte de este.Cuando los investigadores fueron a su domicilio, accedieron a una información decisiva en toda esta historia: un vecino vio cuando la concubina de Benítez, Alicia G.S (21) escondía un bulto en su propiedad.Al otro día fue detenida la mujer. En la vivienda de Benítez, en el barrio San José, encontraron el bolso. En el interior estaba parte del dinero de Villarreal, su celular y el de la viuda. Además, se secuestró un cuchillo tipo carnicero, una remera con manchas de sangre y una moto Honda Bross 288-EFE con dominio trucho perteneciente a un rodado de Tucumán. También un revólver calibre 32 largo con proyectiles. Permanece prófugo un tal Espíndola, también paraguayo, que habría escapado al Paraguay.Lo asesinaron de dos puntazos en la yugular en un asaltoEn las primeras horas del sábado 5 de diciembre, el alerta se encendió en la localidad de Apóstoles. En un camino terrado del paraje La Cachuera, a unos siete kilómetros de Apóstoles, un móvil de l
a Patrulla Rural de la Unidad Regional V halló el cuerpo sin vida de Julio Oscar Braganza (50), trabajador del volante.Por el crimen, Ezequiel M. (14), Mariano M. (15), Ramón Ricardo S. (38) y Leonardo Javier Rodríguez (20) fueron detenidos en el Fiat Uno rojo de la víctima. Ese mismo sábado, la Policía realizó un allanamiento y halló un cuchillo ensangrentado, un billete de 100 pesos con manchas rojas y prendas de vestir también manchadas en casa de Rodríguez, en Paraje Las Tunas. Ese mismo día se ordenó la liberación de los otros tres detenidos, ya que solamente colaboraron con Rodríguez empujando el vehículo cuando se quedó sin combustible.Al parecer, Rodríguez se hizo pasar por pasajero e intentó asaltar a Braganza. Le asestó dos puntazos en la yugular y se deshizo del cuerpo (murió desangrado) para llevarse el automóvil y 400 pesos.





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