“Decidimos juntarnos y pedir una serie de obras que necesitamos y de las cuales, varias ya estaban contempladas en el convenio marco que el 12 de mayo de 2005 firmó el Municipio de Apipé con la Entidad Binacional. Después de dialogar entre nosotros, compartir experiencias de las distintas crecientes que ya soportamos, exponer propuestas, decidimos hacer un petitorio y elevarlo al nuevo director la EBY, Humberto Schiavoni”, contó al diario El Litoral uno de los pobladores.Precisamente, redactaron un escrito con once pedidos concretos que “ya fue firmado por alrededor de 200 vecinos. En breve lo harán otros más. Y una vez que lleguemos a 400 firmas vamos a ir a Posadas (Misiones) a fin de entregar la nota a la Entidad”, aseveró. Luego, precisó algunos de los requerimientos que harán, considerando que Apipé es la comuna correntina más afectada cada vez que Yacyretá debe abrir las compuertas para liberar el excedente de agua.Contar con un sistema de defensa que a su vez contemple un paseo costero, lidera la lista de demandas. Es que, los lugareños, destacan la necesidad de proteger su territorio pero al mismo tiempo que no se pierda la posibilidad de ofrecer pesca de costa con devolución. Esa actividad es un atractivo que se suma -cuando no hay creciente- de poder disfrutar el área de playas. “Creemos que colocando unos espigones se puede evitar que el agua siga llevando la arena”, indicó el poblador mientras exponía detalles de las propuestas en la asamblea. Otro de los pedidos de los isleños es la realización de estudios que permitan realizar un adecuado sistema de desagües pluviales como así también la ejecución de una serie de obras destinadas a mejorar el estado de los puertos para el desembarco tanto de pasajeros como de mercaderías. Sobre esto último, destacó que “hay que tener en cuenta que es la vía por la cual podemos ingresar y salir de la isla. Urge contar con mejoras”.El escrito destinado a la EBY también contempla realizar tareas para elevar y consolidar el suelo del camino que une San Antonio con los demás parajes porque cada vez que hay una creciente, el agua dificulta o interrumpe el paso por esa vía de comunicación terrestre. Y una cuestión no menor, es el suministro de energía eléctrica. “Los postes instalados en el pueblo son de madera y por el reiterado avance de las aguas, muchos de ellos tienen la base muy deteriorada. Entonces, si sopla un poco de viento ya caen. Como sucedió semanas atrás que cayeron 25”, recordó el habitante de la isla Apipé, quien añadió “además necesitamos un transformador con mayor capacidad”.En este marco, insistió son “once los pedidos concretos. Nosotros lo único que pretendemos es que se lleven a cabo una serie de obras que nos corresponden y varias de las cuales inclusive ya figuran en un convenio firmado hace más de diez años”.Usina de ideasDurante convocatorias vecinales se expuso públicamente el petitorio, que no es más que la recopilación de datos de lugares para su recuperación, ideas de obras nuevas y mejoras a las existentes, anhelos y también sueños, que se plasmaron y resumieron en los once puntos mencionados. Mediante recursos audiovisuales se explicó cada uno de ellos con detalles de ubicación, ejemplos fotográficos de obras en otros lugares con características similares a la isla, fundamentando cada pedido.Los organizadores catalogaron como “hecho admirable” la presencia de algunos vecinos mayores que a pesar de algunos impedimentos físicos, quisieron participar. Y gracias al inestimable aporte de estos pobladores y los datos que brindaron, nació la idea de reconstruir parte de la otrora vida apipeña con lugares que desaparecieron como consecuencia de la construcción de la represa y que “hoy tenemos esperanzas de recuperarlos”.Hay cierta tranquilidadLa alcaldesa de Apipé, Mónica Romero, indicó que después de dos meses de preocupación debido a la creciente del Paraná, por estos días se respira “cierta tranquilidad porque el agua bajó” aunque “sabemos, por los informes de Yacyretá, que va a subir un poquito más”. Para las familias damnificadas “tenemos el quincho cerca del río, a una cuadra de la Secretaría de Turismo. Muchas ya volvieron a sus hogares. Las familias de la zona rural, que son unas 40, están más tranquilas porque sus casas estaban rodeadas y no podían salir, salvo en alguna embarcación, pero como la situación se había profundizado les llevamos mercaderías, agua, alimentos y pañales”, indicó.Admitió que hoy por hoy el del dengue es otro tema que “nos preocupa” pero que junto a la Municipalidad de Ituzaingó “estamos trabajando para combatir al mosquito. Esta semana tenemos previsto realizar una limpieza general en cada casa, y vamos a llevar a Ituzaingó todo lo que saquemos del lugar”. Agregó que el tema de salud “es una deuda pendiente desde hace varios años porque no tenemos un buen Centro de Salud donde podamos asistir las emergencias. Todo se traslada hacia Ituzaingó”.La Isla Apipé cuenta con dos médicos desde hace un par de meses. Esa falencia llevó a que se deteriore un poco la salud en la zona rural, que estuvo desprotegida en los últimos tiempos. “Después de muchos reclamos conseguimos un segundo médico que está trabajando, y mejoró de alguna forma”, acotó.En lo que respecta a educación “estamos bastante bien. Tenemos docentes en cada colegio pero todos provienen de otros lugares de la provincia. El inconveniente radica en viajar hacia la isla, pero hay otro grupos de docentes que viven en la isla. La situación se dificultó bastante cuando comenzó esto. Desde el 2013 acarreando esos problemas que se iniciaron cuando el río destrozó todo cuando abrieron las compuertas y que hubo muchas pérdidas en todo sentido”. Según el último censo, allí residen 1.800 personas pero “hubo muchos nacimientos y tenemos a muchas personas fuera de la isla por razones de trabajo, los trabajadores golondrinas. En realidad son más de 2.000 habitantes que viven de la ganadería, olerías y la pesca”.





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