Ya es conocida la crisis administrativa que atraviesa la empresa Emsa y la connivencia que tiene el gremio con la patronal, según acusan algunos trabajadores. Esa relación vuelve a quedar sobre el tapete con la deuda que tiene la empresa con los trabajadores jubilados que hace tres meses no están cobrando el concepto que corresponde al artículo 9.Se trata de un adicional o seguro de retiro, que consiste en un pago de un monto equivalente a diez sueldos juntos, que se debe pagar a los trabajadores recién jubilados, según lo establece el estatuto gremial.El gremio no reclama y por esta situación fueron varios los jubilados que se contactaron y contaron su situación a PRIMERA EDICIÓN, solicitando reserva de identidad por temor a represalias.Los trabajadores que cobran por el Banco Nación también padecen retrasos ya que percibieron recién el 12 de este mes su salario, mientras que algunas empresas proveedoras de Emsa, vinculadas a funcionarios del directorio y del sindicato, cobran puntualmente todos los meses cheques con más de seis cifras, según trascendió desde la Tesorería.En los últimos meses se jubilaron casi 200 compañeros, los cuales no están cobrando ni siquiera en cuotas el seguro de jubilación.En otras provincias se paga el monto total -equivalente a diez sueldos- de una sola vez. Algunas cooperativas del interior de Misiones lo hacen en tres cuotas, no más de eso; sin embargo en Emsa, con la venia del sindicato, se decidió pagar en treinta cuotas consecutivas que no se actualizan por inflación. Ahora la situación sigue empeorando ya que hace tres meses ni siquiera las cuotas les pagan.La crítica situación de la empresa no es nueva, en todo el segundo mandato del exgobernador Closs, se financió los desmanejos de la empresa con un promedio de 20 millones de pesos mensuales, flujo de dinero que ahora se habría cortado y por esa razón el presidente de Emsa, Sergio “Piti” Ferreyra salió desesperado a anunciar una suba de entre 30% y 35% de la tarifa, que luego fue frenada temporalmente.La decisión de frenar el tarifazo se basó en dos motivos: evitar que el impacto sea excusa para otro pico inflacionario y, esperar a tener más claro el panorama en relación a la política de subsidios que aplicará el gobierno nacional, que por el momento, sólo adelantó algunos lineamientos pero no dio a conocer resoluciones concretas que impacten en las provincias.





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