Un pastor que reside en la localidad de Wanda fue detenido el pasado fin de semana luego de ser denunciado por abusos sexuales a menores. El caso más reciente es el de una nena de doce años, que se supo era sometida desde que tenía ocho, cuando fue dejada al cuidado del acusado y su pareja, según confirmaron fuentes judiciales. Sin embargo, este hecho quizás no hubiera salido a la luz jamás si una de las hijastras del sujeto no se animaba a romper el silencio. Fue esta mujer, actualmente mayor de edad, quien le confesó la pesadilla por la que atravesó a manos del siniestro individuo a un familiar.Luego de recordar esa traumática situación y cuando era apenas una niña de ocho años, surgieron nuevas denuncias, entre ellas la de otra hermana que vivió una similar y terrible situación cuando era chica, tal como afirmó una de las víctimas a este Diario. HorrorEn diálogo con PRIMERA EDICIÓN la mujer que actualmente tiene 33 años relató lo que parece ser una verdadera historia de horror. “Desde los ocho años hasta pocos días antes de cumplir quince fui abusada por mi padrastro, quien actualmente se dice pastor. Vivíamos en Wanda y para ese entonces, cuando yo era pequeña, él era bombero voluntario. Cuando me cansé de ser humillada por este sujeto, decidí escapar de casa. Tenía catorce años y no conocía nada más allá de la localidad donde residíamos. Le saqué a mi madre 20 pesos y me tomé un colectivo hasta Puerto Esperanza. Pero me ubicó la Policía, lo que para mí era un alivio. Les conté todo lo que él me hacía cuando mi madre iba a trabajar. Pero resulta que me llevaron a la comisaría y cuando estaba esperando veo que mi padrastro entró a una oficina a charlar con los uniformados. Me acusaron de robar 20 pesos y tuve que volver a vivir bajo el mismo techo con mi enemigo… a él no le hicieron nada porque creían en su palabra y no en la mía… eran todos conocidos del pueblo y quien se iba a imaginar que ese hombre era un monstruo…”, dijo la mujer que tuvo que interrumpir su relato porque rompió en llantos. Luego afirmó que “pasaron 18 años en los que no dije a nadie lo que había pasado. Hasta que decidí contarle a una de mis hermanas. Ella me dijo que radique la denuncia y cuando la familia se enteró, otra de mis hermanas, quien actualmente vive en Buenos Aires, nos contó que ella también fue abusada, accedida carnalmente por nuestro padrastro. Entonces y al enterarnos que este hombre cuida a una nena desde que nació -la madre biológica de la misma es prima del acusado- decidimos ir ante la Policía. Más que nada para que no padeciera lo que yo padecí en mi infancia”, explicó la mujer. “Tengo miedo que siga pasando”Seguidamente la víctima, afirmó que “estoy muy preocupada por lo que pueda pasar. Porque este hombre es pastor evangélico y tiene a cargo una escuela para niños en su iglesia, no queremos que le siga pasando a otros niños”. “Tenemos mucho temor de que los padres no quieran denunciar por temor o ignorancia, porque a mí me pasó lo mismo, lamentablemente mi madre no hizo nada en su momento”, dijo la mujer cuya identidad no se da a conocer para resguardar a la menor actualmente abusada. La nena se intentó suicidarUn dato no menor es que el hijo del acusado -un joven de 23 años- también radicó una denuncia, dando cuenta que la menor que actualmente tiene doce años y que sería su hermanastra, le refirió que intentó quitarse la vida en al menos dos ocasiones por la situación de abusos por la cual está atravesando. “Le pedimos a la comunidad que se animen a denunciar y no encubran”“Cuando me enteré que dos personas allegadas a mi familia habían sido abusadas por este individuo lo primero que hice fue viajar a Wanda, necesitaba saber si otras criaturas pasaron por la misma pesadilla. Luego me entrevisté con feligreses de la iglesia de este supuesto pastor y lamentablemente hubo menores que me contaron haber sido abusados, pero lo triste de todo esto es que algunos padres niegan la realidad y no quieren radicar denuncia, es algo que no se puede entender”. La frase pertenece a Gabriel Omar Basseterre (54), un hombre que aportó y mucho para desenterrar una historia tan sórdida como terrorífica, y que ahora tiene como acusado a un sujeto que dice ser pastor y está tras las rejas. Gabriel se enteró del abuso de los allegados a sus parientes y además de convencerlos para que denuncien lo sucedido, viajó por sus propios medios a Wanda. Una vez allí contó que averiguó que “el acusado no es un pastor oficial, aunque tiene muchos seguidores. Otros pastores me dijeron que no está homologado para esta función”.“Lo que más me movió a difundir lo que estaba sucediendo y averiguar si hay más víctimas es cuando me enteré que una criatura de doce años fue violada desde que tenía cuatro, más aún cuando supe que intentó quitarse la vida. Le pido a la gente o a la comunidad que sabe algo que rompan el silencio, que se animen a denunciar y no encubran a un abusador, porque deben haber al menos veinte casos, además de los ya denunciados. No creo que haya un pacto de silencio, yo creo que hay un pacto de ignorancia. Parece que les lavó la cabeza a sus seguidores o feligreses. No puede ser que algunos menores cuentan y sus padres no hacen nada. Incluso analizo ir a la Justicia porque hay chicas que me han contado abusos, pero si alguien no les toma la denuncia es imposible que se inicie una investigación. No tengo miedo de denunciar, quiero que se investigue a fondo cada caso. En ese sentido tengo que agradecer la buena predisposición del personal policial, sobre todo en la comisaría de Puerto Esperanza. Apenas le dije a mis allegados que radiquen denuncias se supo lo de la nena de doce años y este hombre fue detenido al momento”, indicó Gabriel, quien dijo que seguirá reclamando justicia. “Este individuo repite el modus operandi que hace varios años, mantiene encerrada a las menores y no las deja salir. Nos fuimos enterando que además de los abusos sexuales, maltrataba física y psicológicamente a las nenas e incluso a sus propios hijos”, afirmó.





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