En la vía pública, las barreras físicas para las personas con discapacidad motriz son innumerables. Pero, qué ocurre cuando el principal obstáculo se encuentra en la entrada de nuestra casa. Pablo Ezequiel Carbonett padece de parálisis temporal en piernas “no puedo caminar, si lo hago es en andador. Pero me manejo en silla de ruedas”.De acuerdo al joven, antes de las fiestas de fin de año empleados de la empresa de Servicios de Aguas de Misiones SA (Samsa) realizaron trabajos en la vereda de la familia Carbonett, ubicada sobre la avenida Comandante Espora casi Francisco de Haro.“Yo, al verlos me acerqué, estaba en mi silla de ruedas y les pedí que arreglen la vereda así puedo desplazarme con facilidad. Me dijeron que iban arreglar todo, que me quede tranquilo”. Sin embargo, a simple vista se observan la tierra removida, los cascotes y las piedras. “Se fueron y no hicieron nada, dejaron las piedras, el barro y ahora ni la gente puede pasar por acá. La mayoría cruza del otro lado o pasa por la calle”.En más de una oportunidad, Pablo se comunicó con la empresa y pidió que arreglen el lugar. Pero, hasta el momento todo sigue igual. “Les pido que arreglen lo que arruinaron. Es como debe ser, para que pueda transitar y también puedan hacerlo mis vecinos. Ya me caí y me lastimé. Ahora tengo miedo de caerme y no mejorar más. Si caigo de rodillas va ser grave para mí”.“No puedo salir de casa. Y si quiero hacerlo tengo que pedirle a alguien que me ayude, siendo que antes me manejaba solo, con el andador o la silla de ruedas, pero solo. Es decir, en mi condición me dificulta salir”, detalló Pablo.Finalmente, el joven indicó que hace unos días resbaló y cayó de espaldas “porque el andador se hunde en la tierra. Yo les pregunto si ellos se dan cuenta de que apenas puedo caminar, yo salí en silla de ruedas hablar con ellos para que me vean y conozcan mi situación. Pero nada”.





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