"No puedo creer que estemos vivos, fue un milagro, nos salvó el cinturón de seguridad. Es cierto que salva vidas. Pensé que me moría. Volví a nacer”, le dijo el martes a PRIMERA EDICIÓN el joven en su casa de Posadas. Sufrió algunos raspones y golpes, pero fue dado de alta en la noche del lunes en Brasil y evacuado por familiares de regreso a Misiones.Como este diario informó, todo sucedió en la BR-285, unos 20 kilómetros antes de llegar a Ijuí, en Río Grande Do Sul, a unos 160 kilómetros de la frontera entre Argentina y Brasil. La Rav-4 en la que viajaban los misioneros impactó de frente con un camión cisterna. De milagro no hubo víctimas fatales.“No recuerdo el momento exacto, cuando reaccioné ya había pasado todo. Cuando abrí los ojos pensé que nos moríamos. Sentía un dolor muy grande y me costó salir. Estaba mareado y muy dolorido, gracias a Dios vino gente a ayudarnos”, contó Paul sobre el drama que debió enfrentar junto al contador Julio César Campuzano (56), quien manejaba, y sus dos hijos, Juan (17) y Julio (24).Con respecto a las versiones de medios brasileros que hablaban de una supuesta maniobra de sobrepaso prohibida del vehículo misionero, Paul aseguró que “íbamos tranquilos, sin apuro, respetando los límites de velocidad”, tras lo cual agregó que “fue un accidente”.Abildgaard es la única víctima que fue dada de alta. En Brasil permanecen internados los otros tres involucrados. Julio y su hijo mayor aparecen con lesiones de gravedad, pero estabilizados. Por eso es que aún no fueron trasladados a Misiones, ya que las autoridades del país vecino prefieren aguardar por la evolución.




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