Como a muchos, el último día del año encontró a las farmacias efectuando un balance de lo que significó la actividad durante 2015, con resultados que no son los más deseados, y lo que esperan para 2016, que inicia con la esperanza del diálogo. El secretario de la Cámara de Propietarios de Farmacias, Alberto Ruiz, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “fue un año muy complejo, durante prácticamente todo el año estuvimos desfasados en cuanto a la actualización de precios de los medicamentos en relación al costo de tener abierta una unidad funcional o una farmacia donde, por ejemplo, el costo laboral tiene una incidencia enorme”.Y agregó que “los propietarios de farmacias estamos enmarcados en una federación que negocia los convenios colectivos, las escalas salariales, y nos encontramos con la dificultad de que en los últimos siete u ocho años, la firma de las escalas salariales ha sido siempre en un porcentaje superior a la actualización del precio de los medicamentos, una cuestión que no significa de parte nuestra el reclamo de que los medicamentos sean más caros, no debe interpretarse como que el propietario de farmacia pretende que el medicamento sea caro, no es así, sino que nosotros necesitamos que la estructura comercial de la farmacia cierre de manera tal que la rentabilidad sea acorde a la inversión y cantidad de fuentes de trabajo que genera nuestra actividad”.“Veníamos muy ajustados durante mucho tiempo porque los medicamentos no aumentaban o lo hacían en un promedio que no superaba el 12 o 14% anual y la firma de los convenios salariales se aproximaba al 30%, con lo que se produce un desfasaje que lesionaba la rentabilidad, pero también es bueno aclarar que en ningún momento ponemos en duda el sueldo del empleado de farmacia, no lo cuestionamos, necesitamos tener gente capacitada en el mostrador, no cualquiera lee una receta, es un tema muy delicado. Entonces, el propietario de una farmacia, que tiene a empleados categorizados en distintas escalas dentro del convenio, más el profesional farmacéutico que es el responsable de la dispensación, debe hacer frente a sueldos dignos, sin embargo el sueldo nuestro está marcado por lo que es la comercialización del medicamento y la farmacia no pone los precios, no somos formadores de precios, tenemos que respetar una lista que viene originada en las fábricas, el laboratorio pone el precio, negocia con las autoridades de la Secretaría de Comercio y se establece un precio fijo que es el que rige para la atención a la seguridad social”, aclaró Ruiz.Por eso, “cuando decimos que estamos a contramano de lo que es un aumento en la escala salarial nos referimos a esto, a que los medicamentos que compramos tienen una variación de precios que no está acorde con la variación de la escala salarial que firmamos”, añadió. “Insistimos en que la actividad nuestra es un servicio público propio, porque no está manejado por el Estado, es un acuerdo entre lo privado y lo estatal, pero no tenemos ningún tipo de beneficio a la hora de compararnos con lo que puede ser cualquier otra actividad comercial, una ferretería, una boutique, tenemos iguales cargas sociales, iguales contribuciones, los mismos impuestos, en todas estas cuestiones nos cae las generales de la ley. Hace tiempo venimos insistiendo en tener diálogo, que en el último período lo hemos perdido, para poder establecer la viabilidad de la actividad, tenemos muchas dificultades para poder atender a la seguridad social, nosotros aportamos de nuestra rentabilidad un alto porcentaje para que las obras sociales puedan seguir funcionando y este modelo que se implementó allá por el año 2001-2002, cuando la crisis agudizó el ingenio y buscamos de alguna manera contribuir entre todos para que podamos continuar en actividad pero cambió muchísimo de aquella época”, aseguró el secretario.La esperanza está en el diálogo“Entendemos cuál es la función sanitaria de la unidad funcional farmacia, entendemos, la aceptamos, sabemos que debe ser regulado y suficientemente controlado, el profesional farmacéutico debe estar en la formación técnica, no puede existir una farmacia sin un profesional, pero también tenemos que hablar sobre cómo evoluciona lo que sería el aspecto comercial, nosotros compramos y vendemos y nos nutrimos de una rentabilidad ‘X’ esos números tienen que cerrar de manera tal que no sea necesario que tengamos que incursionar en otros rubros pero al estar de una forma distorsionada la comercialización porque las bonificaciones son elevadas, porque los productos no se consiguen porque existen distintas cuestiones relacionadas con los impuestos, los turnos del personal, pagar seguridad privada, todas esas cuestiones”, subrayó el funcionario.“Llegamos a fin de año con la esperanza de un diálogo abierto para plantear la situación”, aseguró Ruiz y mencionó, a modo de ejemplo, que el martes último, “por primera vez nos pudimos sentar con un funcionario del Pami a nivel nación; el Pami significa para nosotros la bandera de la seguridad social relacionada con la prestación, o sea, la farmacia que atiende a la seguridad social es Pami dependiente prácticamente y logramos que nos atendieran”, dijo.Encuentro sobre el que explicó que “nos prometieron que a la brevedad nos estaría dando a conocer un cronograma de pago de deuda que data desde septiembre, la semana pasada cobramos agosto. Es un paso adelante esto de que ayer nos hayamos juntado y nos hayan prometido un cronograma de pago, que vamos a esperar y vamos a insistir en que el riesgo de la atención pasa por cobrar, qué mejor que poder atender de la mejor manera a todos los afiliados, el tema es que nos vemos imposibilitados porque necesitamos reponer los productos que vamos entregando y las droguerías, que son nuestros proveedores, nos piden la plata y nosotros que hacemos, le pedimos a Pami que nos paguen, es una cadena muy simple, sin embargo está llena de vayas que debemos sortear, por una cuestión que tiene que pasar por el diálogo y la responsabilidad de cumplir”, finalizó Ruiz.




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