Demoraron el miércoles a uno de los amigos que visitaba a los tres presos por el triple crimen de General Rodríguez en la cárcel. Allanaron su vivienda en la ciudad bonaerense de Quilmes y secuestraron elementos de importancia para la causa, entre ellos una camioneta negra similar a la que se observa en los videos y que se cree que abordaron los fugados momentos después de escapar de la cárcel el domingo.Marcelo Alejandro Melnyk, es uno de los amigos que habitualmente visitaba a uno de los presos en la cárcel. Permanece en una comisaría de Quilmes a la espera de que el fiscal de General Alvear, Cristian Cittero, resuelva si pide formalmente su detención y lo indaga, o si lo libera. Si bien al momento de ser demorado, el hombre negó conocer a los hermanos Martín (42) y Christian (44) Lanatta y a Víctor Schillaci (35), luego admitió ante los policías que era “conocido” de Schillaci, que lo “visitaron” la mañana del domingo y que le pidieron “algo de plata”.Sin embargo, los investigadores policiales y judiciales creen que este hombre pudo haber colaborado activamente de la fuga de los tres condenados y no descartan que haya sido quien manejaba la camioneta que abordaron tras escapar del penal en una fuga llena de sospechas de colaboración interna.Un vocero con acceso al expediente judicial a cargo de Cittero explicó que durante la madrugada de ayer se realizaron otros tres allanamientos en viviendas de la zona sur del conurbano, de donde se secuestraron algunos elementos de importancia para la causa. A esas casas se llegó tras el análisis de comunicaciones entre los familiares y allegados a los tres fugados y el entrecruzamiento de los números de estas personas con un teléfono que, se cree, poseen los evadidos. Por otra parte, los investigadores siguen recibiendo decenas de llamadas de personas que dicen haber visto a los hermanos Lanatta y a Schillaci en distintas ciudades del país, aunque ninguna de esas denuncias dio resultado positivo.“Son denuncias que se investigan. Algunas tienen datos y detalles más rigurosos y otras menos, pero todas son analizadas”, dijo un pesquisa.“Se elevaron las medidas de seguridad y de control en las fronteras de San Juan y de Mendoza con Chile, como en otras partes del país, como precaución”, explicó la misma fuente consultada.Los Lanatta y Víctor Schillaci fueron condenados en 2012 a la pena de prisión perpetua por los homicidios de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35), quienes en agosto de 2008 aparecieron acribillados a balazos en un zanjón de General Rodríguez.En 2013, los Lanatta y Marcelo Schillaci intentaron escapar del penal de Sierra Chica, pero la maniobra fue frustrada por el Servicio Penitenciario.Buscan a una mujer, presunto nexo del escapeEl técnico en telecomunicaciones que aseguró haber visto en San Juan a los tres acusados del triple crimen de General Rodríguez dijo ayer que los hombres iban en una camioneta con una mujer joven y que conversó con ellos al menos un minuto. Según el técnico, los condenados por los asesinatos de Sebastián Forza, Sergio Bina y Damián Ferrón, cometidos en 2008, “viajaban con una mujer joven que vestía una pollera y un top blanco”. El testigo detalló que quien conducía la camioneta Volkswagen Amarok blanca en la que se trasladaban era Christian Lanatta, a quien describió como “el más gordito” y que llevaba puesta “una remera color borravino”, mientras que su hermano, Martín, “tenía la remera en las rodillas”. Ramos contó que estaba cruzando la calle 25 de Mayo de la capital sanjuanina en su intersección con la avenida Rawson, cuando el conductor del rodado le preguntó “si iban bien para salir a Jáchal”.El testigo explicó que le llamó la atención que el hombre pronunciara mal el nombre del departamento norteño sanjuanino, por lo que se dio cuenta de que era porteño. El sanjuanino dijo que horas más tarde, “y después de reflexionar mucho”, hizo la denuncia primero a la Policía y después ante el juez Flores. “Nunca pensé en la plata (en referencia a la recompensa ofrecida por el Gobierno), yo vivo de mi trabajo. ¿Qué fundamento tiene que vaya a decir una mentira. Creo que cumplí con el deber de un ciudadano. No fue mi meta buscar la recompensa, pero si llega a venir, bienvenido sea”, agregó.El testimonio del sanjuanino fue puesto en duda por los investigadores que revisaron los registros de las cámaras de seguridad de la zona del supuesto encuentro con los prófugos, porque “la imagen que se ve es muy borrosa y no alcanza para ser utilizada como prueba”, dijeron fuentes del juzgado de Flores.No obstante, el secretario de Seguridad de San Juan, Gustavo Fariña, aseguró que “la Policía y las fuerzas de seguridad desplegadas en la provincia están alertas y realizan operativos de rastrillaje y control de rutas y pasos fronterizos”, porque “por más que no haya sido corroborada, la denuncia de un ciudadano debe ser tomada con seriedad”.





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