La Justicia concedió el beneficio del arresto domiciliario al joven sordomudo, de 22 años, acusado de ultimar a puñaladas a un niño de 13 el 1 de septiembre en jurisdicción del barrio Cuatro Hermanas de este municipio, trascendió en las últimas horas.En el caso interviene el Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado, a cargo del magistrado Roberto Horacio Saldaña, quien dispuso que el principal sospechoso sea sometido a una junta psiquiátrica para determinar, en forma indubitable, si es imputable o no.El caso conmovió a Bernardo de Irigoyen y al resto de la provincia. Ramón, como la Policía identificó a la víctima; sufrió un puntazo en el estómago, otro en la espalda y finalmente, quizás agonizante, fue degollado.El testimonio de los hermanos menores del fallecido, de once y doce años, quienes minutos antes se bañaron con él en un arroyo de escaso caudal, fue una de las aristas que el magistrado tuvo en cuenta para disponer la detención del sospechoso. Al parecer, ambos contaron que a la única persona que vieron en la zona fue al muchacho de 22 años.Con posterioridad, los investigadores allanaron el domicilio del acusado y procedieron al secuestro de la ropa que, al parecer, vestía al momento del luctuoso episodio. Esos elementos iban a ser analizados por la Dirección Criminalística en Posadas. No trascendió el resultado de esa pericia, pero a la luz de los acontecimientos se supone que complicó la situación procesal del joven. Todo ocurrió el 1 de septiembre pasado cuando la madre mandó a los tres chicos a cortar “escobadura” a una zona de monte. Al parecer, finalizada esa tarea, los hermanos decidieron refrescarse en un hilo de agua que pasa por el lugar.En determinado momento, los hermanos salieron del cauce y decidieron hacer una apuesta: quién llegaba más rápido a la casa por atajos diferentes. Así fue como los dos más pequeños fueron por un camino y Ramón, por otro. Lamentablemente, este jamás arribó a destino.La madre alertó del hecho a la Policía recién a las 21, varias horas después de la desaparición del chico.Los primeros datos de la pesquisa llevan a suponer que la primera cuchillada fue en el estómago; Ramón corrió y recibió la segunda en la espalda. En este caso, la estocada fue terrible; de una profundidad tal que lo dejó paralizado de piernas.Al límite de sus fuerzas, guiado por su instinto de supervivencia, el niño se arrastró unos cuatro o cinco metros hasta que el atacante decidió lo peor: lo tomó de los cabellos y degolló.





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