Alejandro “Tolo” Acosta murió de la peor manera. Pidiendo clemencia. Su cuerpo soportó 17 puñaladas. Una de ellas literalmente le atravesó el corazón para llevarse su vida. El crimen estremeció a Posadas en particular y a la provincia en general. Ocurrió el 26 de septiembre de 2014, alrededor de las 6.40, en la esquina de avenida Corrientes y calle Marcelo T. de Alvear.El próximo día 26 se cumplirán quince meses del hecho y la causa aún no cuenta con requerimiento fiscal de elevación a juicio oral.El expediente descansa en el Ministerio Público Fiscal, encabezado por la representante de ese Alto Cuerpo, Adriana Herbociani; hace seis meses como mínimo.La causa, que se instruye en el Juzgado de Instrucción 3 de esta ciudad, a cargo del magistrado Fernando Luis Verón;?tiene un detenido en averiguación del lamentable episodio; con prisión preventiva.Se trata de Guillermo Andrés Barboza; quien permanece privado de su libertad en el Instituto de Encausados y Procesados de Miguel Lanús, dependiente del Servicio Penitenciario Provincial (SPP).El requerimiento fiscal es determinante para saber, por ejemplo, cuál será la calificación definitiva contra el único detenido y si acusará, o no, a Héctor Ramón De Oliveira, alias “Brasilero”.La última medida de envergadura en la causa, dispuesta por el juez Verón, fue la reconstrucción del hecho, llevada a cabo el 1 de Julio pasado en el escenario donde se desataron los hechos.Con posterioridad no se conocieron nuevas medidas probatorias; aunque a esta altura de los hechos todo marcha con una velocidad que dista mucho de la conveniente para darle celeridad al proceso de administración de Justicia.Alejandro “Tolo” Acosta murió en una de las esquinas más reconocidas de la avenida Corrientes; porque se encuentra a media cuadra de donde funcionaba uno de los boliches bailables más conocidos de Posadas.Pasaron, desde entonces, más de catorce meses y aunque el caso perdió trascendencia mediática, por distintos motivos; detrás hay una familia que clama por justicia.Al menos, se merecen una explicación para aplacar tanto sufrir; ofenda a quien ofenda.El homicidio de Acosta estuvo precedido, según la reconstrucción provisoria del caso, por una dilatada noche de ingesta de alcohol.Barboza, Acosta y un amigo de ambos habían festejado, en distintos pubs, el Día del Empleado de Comercio.El joven que aún hoy sigue detenido trabajaba en el rubro, justamente en el mismo negocio que De Oliveira; el otro implicado en la causa.El alcohol habría tenido una alta dosis de influencia en un incidente entre Barboza y Acosta; en Centenario y Bermúdez.El primero, dada su relación de amistad con De Oliveira, fue hasta la casa de este, a pocos metros de allí; tomó un cuchillo y salió en busca de su contendiente; con el resultado ya conocido en la intersección de Corrientes y Marcelo Torcuato de Alvear.Justamente, habrá que ver si Herbociani se decide a acusar a De Oliveira; porque en definitiva el arma salió de su domicilio.Pero para saberlo, habrá que seguir esperando cuando el inicio de una nueva feria judicial es inminente.





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