Todo un éxito fue la edición 2015 de la Fiesta Nacional de la Navidad, que conquistó al público de todo el país, con una convocatoria que superó los 140 mil visitantes durante los dos fines de semana que duró en esta oportunidad el evento más grande del país con estas características.A partir de la inauguración de su nueva sede, la Fiesta Nacional de la Navidad ha dado un salto cuantitativo y cualitativo, que se traduce en los nuevos y variados atractivos que se han presentado para este año. El predio cedido por CTM Cooperativa Agroindustrial de Misiones Lda. al municipio de Alem, ha sido un acierto por donde se lo mire. Con diferentes muestras y exposiciones, las personas que visitaron este nuevo espacio situado en avenida Libertador 598 pudieron disfrutar de un lugar de belleza incomparable, donde todo está minuciosamente pensado. Pesebres de diferentes lugares del mundo, la vida en los tiempos de Jesús, la alegoría del Papá Noel Misionero (con su casita y su fábrica de juguetes), la expo navideña y el desfile de carrozas son solamente algunos de los maravillosos atractivos que tiene esta fiesta.“El día de la inauguración, la ciudad de Alem, se vio desbordada por la cantidad de gente que ingresaba y que llegaba a dejar sus autos a varios kilómetros del predio. No obstante ello, la gente se movilizaba con tranquilidad y en total armonía, en concordancia con el clima festivo que se vive en esta celebración. Sin lugar a dudas, Alem se ha convertido en un punto de referencia obligado dentro del calendario turístico religioso a nivel país, y se consolida cada año como una alternativa para los viajes que se emprenden con motivo de las fiestas de fin de año”, así lo destacó a PRIMERA EDICIÓN el intendente Diego Sartori.Cierre inolvidableEl sábado desde las 21 se comenzó a trazar el último tramo de la fiesta, con la presencia de dos figuras destacadas de la tierra colorada. Por un lado desde Aristóbulo del Valle la dulzura de María Belén Ruppel, cautivó a un público que esperaba feliz el cierre a pura música a cargo de la posadeña Diana Amarilla. Con una agenda cargada de presentaciones y compromisos, la estrella del programa televisivo “Tu cara me suena”, conquistó una vez más a sus seguidores misioneros con los clásicos que abrazaron a un país en aplausos y ovaciones.Párrafo aparte se mereció el desfile de carrozas frente al nuevo predio, con veintitrés carrozas y más de seiscientas personas le dan vida a esta verdadera obra, que recrea los hechos que rodearon el nacimiento de Jesús. Además los niños tuvieron la posibilidad de disfrutar durante esa hora y media de la alegoría del Papá Noel Misionero.Apostillas de la fiestaEste evento mueve cosas impensadas. Como prueba de ello podemos citar dos ejemplos: El primero de ellos sucedió la semana pasada, cuando los abuelos del “Hogar de Adultos Mayores Carmelina” visitaron el predio. La alegría en sus rostros era imposible de describir, ya que la mayoría de ellos han sido olvidados en el hogar por parte de sus parientes. El hecho de ser recibidos con cariño y pasear con el trencito navideño les devolvió la sonrisa durante toda esa jornada.El segundo ejemplo fue el de Gladys que es una paciente del interior que tuvo un ACV y que como consecuencia de ello quedó con una afasia de expresión, es decir que entiende todo lo que se le dice pero no puede expresarse y todavía le cuesta caminar sola. En su última visita a Alem, a su fonoaudióloga se le ocurrió la idea de que la iba alegrar el día si se la llevaba al predio de la fiesta. Como estaba cerrado, los organizadores de la fiesta sólo lo abrieron para ella y lo que sucedió a partir de allí fue mágico. Gladys, se rió y lloró durante todo el recorrido. Parecía una niña mirando todo por primera vez; y en ese marco de belleza pudo decir sus primeras palabras que fueron: “Gracias, lindo, lindo”. Las repitió una y mil veces entre risas y llanto. Sobre esta experiencia maravillosa Cintia Alegre nos manifestó: “Que oportunidad de aprendizaje que me dio la vida hoy. Con tan poco podemos hacer feliz a alguien y podemos ser felices. Yo hoy fui feliz por mí y por Gladys, y lo quise compartir. No esperemos grandes cosas, porque a veces no llegan y nos perdemos el camino, gracias a Dios por darme esta nueva señal”.





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