Pese al tránsito fluido de vehículos por la avenida Urquiza, el canto de los pájaros fluye constantemente, vuelan de árbol en árbol buscando alimentos, disfrutando de un espacio en el cual el peligro de recibir una pedrada o ser atrapados es distante. Se trata de la reserva del arroyo Itá, pegadita a la zona de El brete, por cuyos senderos internos los cuises se cruzan de lado a lado y los carpinchos se acercan a beber agua cuando todo está más calmo. El último viernes se cumplió una jornada de limpieza de dicho arroyo, en el cual participaron representantes de distintos sectores de la sociedad, público y privados, en una actividad considerada “simbólica”, porque según los especialistas falta mucha educación ambiental para que ese lugar en particular y otros arroyos de Posadas, puedan recuperarse.“Este predio es un área que está en recuperación del paisaje costero. También se busca proteger la flora y la fauna existente. Es el único reducto que ha quedado porque ha desaparecido todo el borde de la zona de ribera. La selva en galería. Estos espacios son muy importantes de que sigan en pie”, explica con mucha claridad Graciela López Torres, quien junto a un grupo de personas comprometidas en la temática trabajan en silencio desde el 2012 en este punto en particular de la costa ribereña de Posadas. El predio está abierto al público, con ciertos recaudos o recomendaciones que deben cumplimentar quienes lo visitan porque la prioridad es la preservación del lugar. “Hay ejemplares de cuises, carpinchos, mucha avifauna y nidos. El que viene con su cámara de fotos se puede llevar muy lindas sorpresas porque hemos detectados especies que no llegaban al sur de Misiones que pertenecían exclusivamente a zonas selváticas y ahora están acá”, apunta López Torres, quien forma parte del plan “Cultivando Agua Buena”.En el lugar hay una guardia de la policía de Misiones, que tiene a su cargo la seguridad del sitio. La gente todavía no descubrió este lugar que puede ser muy bien aprovechado para conocer más de la fauna autóctona. Por su ubicación es sencillo acceder a él.Realidad compleja“Mi sueño particular es que este tipo de reserva se pueda ir replicando en todos los arroyos de Posadas. Tenemos una geografía increíble. Desgraciadamente la cultura es que el agua es para tirar cosas en él. Si recorremos los arroyos nos espantamos con las cosas que van a parar al agua. Hay un proyecto de hacer una reserva urbana en el Mártires -en El Zaimán ya existe una- y en el Antonica”, reveló López Torres, quien fue muy crítica y apuntó que “la única manera de cambiar la realidad es que toda la población empiece a convencerse, de a poquito, que se puede vivir mejor. No puede ser que no podamos meternos en nuestros arroyos en verano”.Por otro lado, López Torres se refirió a la mesa de gestión de cuenca, que fue quien llevó adelante la jornada de limpieza del arroyo Itá y dijo que “la idea es sumar actores para poder cambiar una realidad porque sola una persona o un grupo no puede hacerlo. Acá está la gente de la Municipalidad, Samsa, Eprac, Ministerio de Ecología, Yacyretá, Universidad Nacional de Misiones, comisiones vecinales de las chacras 45, 65 y 180 y de la escuela Santa Catalina. También de los clubes náuticos Seró, Dasso, Pyrá Pytá y Vairuzú, de Rincón Nazarí, Prefectura, Ejército, Liceo y Policía. Hemos sumado mucha gente y estamos muy contentos por eso”.También detalló que “es una gestión innovadora en Posadas, la gente que vino es porque cree que esta es la mejor forma de trabajar. Esto es un símbolo, venir a limpiar el arroyo, porque mañana o pasado viene una lluvia y (el arroyo) quedará igual o peor de lo que está ahora. Tenemos que empezar a cambiar hábitos, educar a la gente. Así como se involucran las instituciones también a partir de ellas se tiene que empezar a exigir algunas cosas para solucionar la problemática, por ejemplo de la gente que vive pegada al arroyo. Hay situaciones recurrentes con cada creciente, la ciudad está cubierta de asfalto y el agua tiene que escurrir por algún lado”. Malos hábitos Tanto para López Torres como para quienes comparten la mesa de trabajo de las cuencas, “en general la ciudad de Posadas está muy sucia desde el punto de vista ambiental, la gente tiene pésimos hábitos de higiene. Tenemos que contemplar que hay gente que quiere meterse al río y para ello debemos mejorar la calidad de los arroyos. Ese es el objetivo de este plan, que es una copia de lo que se está trabajando Itaipú. No hay forma de trabajarlo desde una sola institución sino que debe ser en conjunto”.Consultada si observó algún cambio, sea mejoría o mayor acumulación de basura en el caso específico del arroyo Itá, López Torres fue sincera y aseguró: “No he notado cambio. Hay gente que dice que está más limpio en los últimos años pero para mí no. Cuando en el verano vienen las lluvias trae mucha basura o cuando sopla el viento norte trae la basura del río. El tema de los pescadores es otro tema, no pueden pescar en cualquier lado, acá sacamos tanzas, hierros, redes, espineles, que son muy peligrosos para las especies que queremos proteger, al menos en este espacio, como también para la navegación, para los piragueros…”.Por último recordó que las puertas del Itá están abiertas desde las 8 y hasta las 18. “La idea es que el día de mañana podamos tener algo más acorde con el espacio, quizás no un guardaparque porque el espacio es chico pero sí una persona que esté entrenada en cuanto a la conservación y pueda orientar a la gente para una visita guiada”.





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