Los mismos se llevaron adelante por la Consejería del Equipo de Prevención de Adicciones. La última modalidad de trabajo fue La Navidad.“Recordar y compartir esta fecha nos invita a realizar un reflexión de nuestra vida y para los pacientes que estuvieron presentes y sus familiares permite brindar un mensaje de esperanza y de confianza en sí mismos. La dimensión espiritual permite que familiares y pacientes cultiven la constancia. El grupo heterogéneo, propuso que la mejor manera de enfrentar la enfermedad de las adicciones es con el diálogo, el cariño, la preparación y la disposición a perdonar”, comentaron desde la organización. Esta tarea humana “nos permite desarrollar valores. A todos los talleristas simplemente gracias, por estos dos años de trabajo todos los miércoles, estaban presentes, nunca ni el frío ni la lluvia los detuvo. Nuestro mensaje es que empieces a dar forma a tu idea, pone el palabras tus deseos y seguro muchos se sumarán. Es importante creer que se puede cambiar y mejorar”.
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