El adolescente de 16 años que resultó baleado en medio de un enfrentamiento entre un grupo de jóvenes y la policía podría quedar parapléjico, según informaron fuentes del caso. Hasta la noche del martes el menor continuaba internado en el hospital Samic Eldorado con "pronóstico reservado", mientras tanto la investigación judicial para esclarecer el hecho sigue su curso. En ese sentido se supo que durante la jornada de ayer, martes, recuperaron su libertad los dos efectivos que estaban detenidos tras el grave incidente. Quedaron supeditados a ulterior resolución de la causa e imputados por el delito de "lesiones gravísimas calificadas por tratarse en el desempeño de cargo o función". Tal como anticipó este diario, el primero en ser liberado fue el chofer de la patrulla que acudió a la escena la noche en que se produjo el lamentable suceso. Por su parte, expertos de la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas (Saic), analizaban las tres armas de fuego incautadas a los uniformados y el proyectil que le fue extraído a la víctima. Cobra mucha relevancia el dato de establecer a qué calibre pertenece dicho plomo, teniendo en cuenta que de ser nueve milímetros, casi no quedarían dudas que provino de una de las pistolas de los efectivos. De ser así, se debe hacer un cotejo para tener una certeza, explicaron las fuentes.¿Dos o cuatro disparos?El sábado pasado a las 3.20 en el barrio San Cayetano unos vecinos llamaron a la Policía por que había un desorden entre un grupo de jóvenes. Al llegar el móvil de la comisaría Segunda, los efectivos fueron recibidos a pedradas. En esas circunstancias, primero demoraron a un joven y lo dejaron dentro del patrullero. Luego y tal como habrían declarado en sede judicial los mismos uniformados, el cabo efectuó un disparo intimidatorio al aire porque les arrojaban elementos contundentes, mientras tanto el oficial, que ya había desenfundado su arma, retrocedía ante el avance de los supuestos agresores. En esas circunstancias este último recibió una pedrada en el rostro, lo que habría ocasionado que pierda el equilibrio, cayendo y produciéndose un disparo accidental. No obstante ello, y es un dato no menor, los efectivos coincidieron en que solamente hubo dos tiros que salieron de sus pistolas, mientras que habrían asegurado que "escucharon otros dos disparos, por lo contabilizaron al menos cuatro", indicó una fuente a este Diario. Ante tal situación y con buen tino, la jueza de Instrucción 2 de Eldorado, Nuria Allou, le tomó declaración en carácter de testigo al único demorado por el desorden de aquella fatídica madrugada, es decir al joven que estaba dentro del patrullero. Este le habría referido a la magistrada que "escuchó dos disparos y no cuatro" como habrían dicho los policías, precisó un vocero. Debido a esta evidente contradicción, no se descarta que en las próximas horas otros posibles testigos sean ubicados y citados a dar su versión de los hechos. Pedido a Asuntos InternosDesde la Justicia se solicitó a la Dirección de Asuntos Internos la urgente remisión de los números de serie de las armas reglamentarias asignadas al personal de la Unidad Regional III de Eldorado, teniendo en cuenta que las mismas no fueron enviadas a sede judicial como se ordenó desde un principio. Dichas pistolas fueron remitidas a la División Criminalística de esa regional, contrariamente a lo dispuesto por la jueza actuante, por ello y para garantizar imparcialidad en la investigación se verificarán los citados números, añadieron las fuentes.





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