También como usuario, el electo jefe comunal denunció que “desde hace mas de cinco años la Coscal tiene el Cuit suspendido porque incumple con los requisitos para su funcionamiento. Lleva cinco ejercicios que no presentó a la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), y tres balances que no se aprobaron. Es decir, restan tres asambleas con memoria, balance y cambio de autoridades, además de la cuestión operativa que es la falta de agua y la calidad del líquido”.La cooperativa también está a cargo del servicio de recolección de residuos que en este momento “está abandonado a pesar que siguen cobrando. Actualmente lo está realizando la municipalidad pero con una frecuencia muy baja. Días atrás un concejal que aún no asumió el cargo tuvo que facilitar 600 pesos al chofer del camión que hace la recolección porque dijo que si no tenía dinero para el combustible no podría concretar su tarea. Todavía no asumimos la gestión y ya tenemos que solventar los gastos de la recolección de residuos desde afuera”, cuestionó.A cargo de la entidad se encuentra el servicio de sepelio de la comuna, “que también es pésimo, deprimente. En más de una oportunidad ocurrió que en pleno cortejo fúnebre, el vehículo se descompuso y se tuvo que cambiar el ataúd a alguna camioneta voluntaria. Personalmente me pasó con una familia amiga, de tener que cambiar el féretro a mi camioneta para poder llegar a destino porque el auto se descompone con frecuencia ya que es viejo y no tiene mantenimiento”.Luna aseguró que todos los servicios son pésimos pero que el más sensible de todos es el del agua potable porque las interrupciones son permanentes y la calidad del agua es “malísima. Viene turbia, hay cortes prolongados, cuando hay agua no hay presión”. A su entender, “ésta administración tendrá que llamar a asamblea. Nosotros como entidad política desde la Municipalidad vamos a evaluar cuál es la situación de la cooperativa e instar a los socios a que pidan una asamblea en forma urgente para ir resolviendo estas cuestiones”.La situación es complicada desde hace varios años. Hay lugares como el barrio San Cayetano, que en épocas normales del año el agua no tiene la presión suficiente como para subir a un tanque. En el barrio San Jorge, hay lugares donde pasan entre diez y doce días sin el vital líquido y, en ocasiones, en horas de la madrugada llega un hilito. “La gente se queja, protesta pero no hay soluciones. Buscan agua de otro lado, se levantan a la madrugada y cargan en baldes. Hay gente que tiene tanques y el agua no sube, o directamente no tiene tanque y tiene que guardar en baldes”, lamentó el futuro funcionario.Problema recurrenteSegún Luna, los problemas que se suscitan con la bomba son recurrentes. “Se te puede quemar una vez pero si el problema es frecuente o se cambia la bomba o se debe que tener bombas de emergencia”.Confió que días atrás, hablando con un empleado de la cooperativa, “decía que se queman porque no le hacen el mantenimiento. Con la creciente del arroyo Garupá, que es de donde se toma, chupan basura, se tapan y se queman. Con la bajante del cauce, no se cuidan los niveles, chupa aire, y se queman. Si no hay un control permanente del funcionamiento de esas bombas, lo normal es que se quemen”.La Entidad Binacional Yacyretá construye en Candelaria una planta de agua potable y redes troncales que, una vez finalizada, será entregada al municipio. Luego habrá que analizar, en caso que se regularice la situación de Coscal, si la municipalidad entregará en concesión la prestación del servicio a la cooperativa. “Hay que hacer un análisis profundo, si la cooperativa funciona como hasta ahora será difícil porque no se podrá confiar en la función operativa”, acotó.





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