Un pedido de informe elevado a distintos organismos correntinos para establecer las causas que provocaron la muerte de peces en proximidad de la represa de Ituzaingó (Corrientes) podría sería la punta de ovillo para responder y resolver, en los próximos días, qué sucesos desencadenaron los decesos de una gran variedad de bagres, surubíes y armados en esa región.De acuerdo a lo que expresó a PRIMERA EDICIÓN la especialista patóloga del Instituto de Ictología del Nordeste, Carolina Isabela Flores Quintana: “Si se tomó muestras de los animales moribundos, los resultados demoran entre una semana a diez días; debería haberse trabajado muy bien con el tipo de muestra que se toma ya que ese es el mayor problema, la calidad de esa muestra para diagnosticar y todas las observaciones in situ que ayudan, además el análisis del agua completarían el estudio”, analizó la mujer.En sintonía con ella, el doctor en Biología de la UBA Matías Pandolfi (quien lamentó que no haya información clara ni disponible cómo se procedió ante los casos similares que suelen ser frecuentes, principalmente en verano) dijo “cuando pasan estas cosas, hay que evaluar dos cosas, la calidad del agua, para descartar la presencia de bacterias, algas, etcétera, que puedan ser tóxicos y también los parámetros químicos, ph, temperatura de los últimos días; o bien si hubo altas temperaturas durante mucho tiempo, para saber cual es la concentración del oxígeno del agua, ya que cuanto más calor haga, menos oxígeno va a haber, se deben tomar muestras del fondo del río para ver si en los sedimentos existen rastros de algún tóxico”, aseveró.“Suele ocurrir en casos como estos que en general se convoca tarde a los investigadores ya que las muestras hay que tomarlas inmediatamente, porque si no se hacen biopsias a los animales a las horas de muertos se pudren y la investigación ya no sirve. Si se quieren conocer los motivos hay que actuar rápido. Pasa que, a veces, uno también duda si es que de verdad se quieren conocer los motivos. Uno puede enumerar algunas causas más o menos probables, pero si nos ponemos a ver qué pasó con la gran cantidad de peces que murieron el verano pasado, nos vamos a encontrar con que todavía no hay una explicación”, deslizó. Para Pandolfi: “Lo que leí acerca de la falta de oxígeno me parece que no tiene mucho sentido, que es la única explicación que se encuentra disponible hoy en los medios. La verdad no me parece razonable que se baraje como respuesta que porque aumenta el caudal de agua se mueren los animales. En una zona de represa eso ocurre frecuentemente, y no por ello se mueren animales. Generalmente semejante mortandad está relacionada con falta de oxígeno por el calor o por intoxicación. Una vez que se vayan descartando estos motivos también hay que ver si no hubo algún tipo de intoxicación antrópica, a partir del vertido de algunas sustancias tóxicas, con lo cual es lógico que se siga alertando a la población de no consumirlos”. Inquietud en los foros de IctologíaLo cierto es que la muerte de estos animales causaron inquietud en los foros de Ictiología de Argentina, donde la incertidumbre era la respuesta recurrente a todas las consultas relacionadas.Felipe Alonso, becario doctoral del Conicet, consultado sobre si el impacto de las acciones de la represa y la inusual crecida de los ríos podrían estar relacionada explicó que “no es de descartar que la represa de Yacyretá, a raíz de liberar las compuertas, pudo haber sido responsable. Si embargo si no se estudiaron los peces, difícilmente sepamos las causas de las muertes y no estaríamos más que barajando más que hipótesis. Es primordial hacer trabajo de laboratorio”.También remarcó el investigador la cuestión de evitar el consumo de peces hallados muertos. “Eso es primordial, comer un animal que uno no cazó y lo encuentra muerto no es recomendable de consumir por más que parezca que se encuentra apto”.Para Felipe Alonso “otra de las cuestiones importantes de considerar es que hay mortandades de animales que ocurren por causas naturales”.Según Alonso: “No todas las mortandades se deben a una intervención antrópica en el ecosistema y se haya generado algún tipo de situación. Existen muertes masivas de animales por causas naturales y mucho más aún en verano, donde las temperaturas son muy elevadas, hay sequía y están bajos los niveles de agua con lo cual se resta oxígeno para la supervivencia de estos animales. Esa es una causa clásica y muy frecuente de mortandades”. Asimismo aclaró que “otra causa común está dada por cambios bruscos de temperatura. Por otra parte, si es cierto que a veces pasan estas cosas por acciones humanas poco responsables. Hay reportados muchos casos de personas que trabajan con agroquímicos en sus campos y luego arrojan los tachos al río o bien tienen la práctica de lavar la maquinaria con residuos tóxicos y esto es causal de muchas mortandades. Son todos factores que no se pueden descartar”, deslizó.Desde el 30 de noviembreEjemplares de bagres, surubíes y armados, entre otras especies, forman parte de la variedad de peces muertos que la corriente del Paraná arrastra hacia la orilla en la ribera de Ituzaingó. Según consignó una publicación del Diario Época de Corrientes, el relato de los pobladores fue que los primeros peces que aparecieron muertos habían sido vistos el lunes 30 de noviembre, junto a ramas y otros desperdicios que se lleva el río.Desde la localidad no hubo hasta ahora información oficial respecto a la investigación del fenómeno y tampoco la Entidad Binacional Yacyretá emitió comunicado oficial al respecto.





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