Evidentemente, va a depender mucho del estado previo de la piel, de la edad, del fotoenvejecimiento previo, pero si tenemos en cuenta una serie de principios básicos, lograremos mejorar la calidad cutánea.Existen épocas del año en las que sería aconsejable preparar la piel más a fondo, en invierno hay que protegerse del frío y de la sequedad consecuente, por lo que insistimos en hidratar profundamente la piel de la cara, cuello y escote por la mañana y por la noche, utilizando cremas de consistencia mayor que en el resto del año.Asimismo, aquellas personas que tengan la piel muy sensible a los cambios de temperatura del frío al calor y viceversa, que se manifiestan por el contacto de la piel con ambientes de calefacciones potentes, deben usar siempre cremas específicas para pieles sensibles. En los primeros meses templados es fundamental el uso de fotoprotectores todos los días, aunque no vaya a la playa, y preparar al máximo la piel para contrarrestar los efectos negativos de los rayos ultravioletas del sol.También es bueno en esta época del año planificar bien las sesiones de depilación, mesoterapia corporal, tratamiento de estrías, obesidades localizadas mediante mesoterapia o persa aparatología destinada a tal efecto y de la que disponemos en la actualidad, cuyos resultados son muy satisfactorios.Todo ello acompañado de dieta saludable, controlando la ingesta diaria de calorías. Colabora: Alba BrandtCosmiatraEn [email protected]





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