El sobrepeso no es un problema de unos pocos: en Argentina el 57.9% de la población tiene kilos de más y eso significa que el problema afecta a la friolera suma de 23.227.798 de argentinos. Entre ellos están los que tienen menos de 7 kilos de más, pero también los que superan ampliamente ese sobrepeso y llegan a tener un Índice de Masa Corporal (IMC) entre 25 y hasta 30 (el 37,1% de los argentinos) y los que son obesos y ya superan el 30 de IMC (el 20,8%). Pero ¿cómo hacer frente a este problema? Los grupos de Anónimos Luchadores Contra la Obesidad (Alco), creados por el médico Alberto Cormillot, son una respuesta contundente a esta pregunta. En esos grupos sus participantes aprenden un estilo de vida (alimentación y actividad física), comparten experiencias y se contienen. Este sábado se reunieron en la “La Estación” Vía Cultural de la Costanera todos los grupos Alco de la provincia para participar de una jornada especial con un invitado de lujo: el licenciado en actividad física y kinesiólogo, Sergio Verón. O como lo conocen muchos “el profe de la Clínica Cormillot”. Un obeso “trucho”Carismático como siempre, Verón recordó que comenzó a trabajar con Cormillot hace ya 20 años, “era muy joven y no sabía mucho de la obesidad”, por lo que Cormillot le recomendó que se internara en la clínica para aprender. “Digamos que soy un gordo trucho”, contó ayer y aseguró que permaneció internado dos meses “más allá de los cursos y congresos, aprendí de obesidad con la gente. Y hoy, frente a ustedes, estoy como hace 20 años porque son ustedes los que más saben del tratamiento y lo difícil que es hacerlo”. El profe recorrió sobre los distintos factores que impactan sobre el problema de la obesidad, “no es sólo un problema de alimentación y gasto de calorías; pues también hay otros factores como el ambiente social, el ambiente físico, la predisposición genética, las conductas y estados de ánimo. El trabajo puede contribuir o no a la actividad física, si somos cajeros de un supermercado trabajamos 8 horas sentados, después llegamos a casa cansados y nos sentamos a ver televisión. A eso sumemos las horas que dormimos. Este es el estilo de vida actual. También nuestras casas (más pequeñas) y la tecnología inciden en que nos movamos cada vez menos. La carga genética no es determinante y lo que hacemos a través de la educación terapéutica (que es una forma técnica de llamar a los grupos de Alco) es aprender un estilo de vida para evitar que se dispare esa carga genética”. Verón destacó que la obesidad es una enfermedad que despierta muchas emociones en quien la padece: vergüenza, frustración, enojo, tristeza, negación… “y está muy bien que estas emociones salgan en el grupo porque lo que nos pasa a nosotros también les pasa a otros”. Pero advirtió también que eso no significa que cada persona debe aprender a manejar su enfermedad, “puedo hacer actividad física con ustedes pero no puedo hacerlo por ustedes”, remarcó. Sin soluciones mágicas“¿Ustedes creen en las pastillas, tés o polvos que adelgazan? ¿Saben porqué yo no?. Porque si funcionaran como prometen no habría gordos, ninguno de nosotros estaríamos acá sino comiendo mandioca frita con mayonesa”, bromeó. Advirtió que tampoco es mágico el by pass gástrico, “primero que no es para cualquiera porque hay que tener un IMC superior a 40, y como cualquier cirugía, tiene un 5% de mortalidad”. Señaló además un aumento en la cantidad de estas cirugías que fracasan porque la persona vuelve a engordar “fracasan cuando el paciente no tiene educación terapéutica y el estómago, que es un músculo, vuelve a crecer”. Otro contra de los by pass, según admitió, es que “muchos pacientes necesitan un tratamiento con suplementos vitamínicos durante toda tu vida”. Como no podía ser de otro modo, la charla de Verón cerró con una divertida rutina de actividad física que realizaron los más de 400 presentes en sus respectivos asientos. Esta rutina, según explicó el profesional, “la pueden hacer todos, desde las personas son obesidad mórbida hasta las personas con artritis porque es una serie de ejercicios pensados para que las rodillas no tengan que soportar el peso del cuerpo. ¿Vieron que se puede caminar sentados?”, inquirió el profe que se hizo conocido para todos los argentinos en el programa de TV “Cuestión de peso”.





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