Un adolescente fue internado en grave estado durante la madrugada del sábado y tres policías fueron separados de su funciones y detenidos, por un confuso episodio en el que se investiga el posible abuso de los uniformados para repeler un enfrentamiento a piedrazos en el barrio San Cayetano, en el Kilómetro 4 de esta localidad.Por orden de la jueza de Instrucción 2, Nuria Allou, un oficial, un suboficial y un agente fueron demorados y se les practicó un test de parafina para determinar si habían efectuado disparos cuando fueron llamados para disipar los presuntos incidentes en la vía pública que un grupo de jóvenes ocasionaba.Según voceros policiales, la patrulla fue recibida a piedrazos e insultos por los revoltosos. La reacción de los uniformados fue retroceder hasta un lugar a salvo de las agresiones, para luego descender y a pie cumplir con su labor de frenar a los violentos.El disturbio fue mayor, ya que la lluvia de piedras aumentó y sonaron disparos de arma de fuego.Uno de los policías en ese momento recibió un piedrazo en la cara, que según las fuentes policiales se produjo cuando empuñaba su arma reglamentaria. En ese movimiento se le habría escapado el primer disparo.Los mismos informantes comunicaron que otro de los compañeros de la patrulla lanzó tiros al aire para intimidar a los agresores. En este movimiento se logró la aprehensión de un joven, y se inició su trasladado al hospital zonal para corroborar su estado y luego a la seccional Tercera.Mientras esto ocurría, ingresó al hospital Samic un menor de 16 años con herida de bala. La grave lesión la habría sufrido en el mismo incidente entre los integrantes del móvil de la seccional Segunda y los jóvenes.Como primera medida, desde el Juzgado de Instrucción de turno se ordenó la detención de los tres efectivos y los estudios de parafina y de alcoholemia. Este último examen habría tuvo resultado negativo, según el informe de la fuerza de seguridad. También se aguardaba que al joven herido le extrajeran la bala para determinar si correspondía al calibre de las pistolas reglamentarias de la Policía. De comprobarse que se trata de un proyectil nueve milímetros, deberá ser cotejada con las armas secuestradas.Los efectivos fueron alojados en una dependencia de la Unidad Regional III. Mientras que, desde la Jefatura, se ordenó los pases a disponibilidad.





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