La tranquilidad que caracteriza a Apóstoles se quebró el sábado por la mañana, cuando un remisero de la localidad fue hallado asesinado de dos puntazos en el cuello en lo que habría sido un feroz robo. El presunto autor, de 20 años, fue detenido por la Policía y en su casa se secuestró un cuchillo ensangrentado, entre otros elementos de prueba.Mientras tanto, otros tres involucrados durante un principio finalmente fueron liberados ayer por la tarde, al confirmarse que sólo ayudaron al sospechoso a empujar el automóvil cuando éste se quedó sin combustible. Así es que, para los investigadores, el crimen de Julio Oscar Braganza (50) está prácticamente esclarecido.Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, el alerta se encendió alrededor de la 1:40 del sábado en un camino terrado del paraje La Cachuera, a unos siete kilómetros de Apóstoles, donde un móvil de la Patrulla Rural de la Unidad Regional V halló el cuerpo sin vida del trabajador del volante.Ante el drama, efectivos de esa dependencia, de la Brigada, del Comando Radioeléctrico y de la comisaría Segunda montaron un rápido operativo cerrojo e iniciaron una investigación que les permitió establecer por el testimonio de vecinos que el remís de Braganza, un Fiat Uno rojo, había sido visto en el barrio Timbó Viejo de Apóstoles junto a cuatro masculinos, alrededor de las 3.30.Los policías no tardaron en dar con ese vehículo y los sospechosos. De inmediato procedieron a la demora de dos menores de 14 y 15 años, y a la detención de un hombre de 38 años y un joven de 20, cuyas prendas de vestir presentaban enormes manchas de sangre.Mediante orden del magistrado Miguel Ángel Faría, titular del Juzgado de Instrucción 4 de Apóstoles, se llevaron adelante una serie de allanamientos que arrojaron resultados positivos en la tarde de ayer, específicamente en la vivienda del joven, emplazada en Paraje Las Tunas, cerca del autódromo apostoleño. Allí los uniformados secuestraron más prendas de vestir con rastros escarlatas, un billete de cien pesos con esas mismas manchas y un cuchillo de cocina con mango de madera y de unos 25 centímetros de diámetro que habría sido el utilizado para ultimar a Braganza.Los investigadores prácticamente no tienen dudas. Creen que el presunto autor abordó el remis haciéndose pasar por un pasajero y en determinado momento develó sus intenciones delictivas. Entonces quizás forcejeo con el remisero, que recibió dos puntazos en la yugular que le provocaron muerte por desangramiento.La reconstrucción virtual de los detectives indica que el sospechoso se deshizo del cuerpo, tomó el volante e intentó escapar a toda velocidad, pero luego de unos pocos kilómetros se quedó sin combustible y solicitó la colaboración de vecinos del barrio Timbó Viejo.Justamente por eso, porque no hay elementos que los vinculen a la causa, es que ayer por la tarde los dos adolescentes y el hombre de 38 años recuperaron la libertad. Sólo habrían colaborado empujando el Fiat Uno, sin saber el trasfondo de la situación.Además, el juez Faría ordenó también la realización de una autopsia a los fines de develar otros detalles del triste episodio que conmueve a la sociedad apostoleña. Anoche, familiares y amigos de la víctima aguardaban la entrega del cuerpo para otorgarle el doloroso e injusto último adiós a Braganza.





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