Señora Directora: Solo quedan unos pocos días para que asuma Mauricio Macri como nuevo presidente de la Nación. Su arribo a Balcarce 50 marcará un cambio profundo en las políticas que en estos últimos doce años gobernaron la Argentina.No sé si serán para bien o para mal. Lo que sé es que significará una forma de ver el gobierno muy diferente a la actual y antes de asumir una posición, debemos saber esperar sus primeros resultados.Es cierto que es preocupante la ideología neoliberal y empresaria que sostienen el propio Macri y la mayoría de sus colaboradores desginados. Pero, nos guste o no, debemos observar esos primeros movimientos antes de descartarlos y sentirnos traicionados por este nuevo gobierno que asumirá el 10.Tampoco podemos ignorar que la Argentina ha quedado dividida en dos sectores casi iguales. Y eso debe reforzar nuestros esfuerzos para compenetrarnos unos con otros para sí poder construir una Argentina creciente y más grande.Es cierto que, como muchos, temo por eso que pueda venir, pero no debe servir de justificación para cerrarle las puertas al nuevo gobierno. Debe ser sino un estimulante proactivo que nos permita hacer y transformarnos en custodios y recordadores de las promesas hechas por quien hoy se apresta a ser nuestro presidente.Pero antes, démosle la oportunida de que sepa demostrar si lo prometido es verdad o solo polvareda de campaña.





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