El 3 de diciembre de 1990, durante el gobierno de Carlos Menem, el coronel Mohamed Alí Seineldín protagonizó el último alzamiento "carapintada". Seineldín ocupó el edificio Libertador y parte del Regimiento de Patricios. Tras una enérgica represión los sublevados se rindieron dejando un saldo de 13 muertes, entre civiles y militares. Fue sentenciado a cadena perpetua, aunque el 20 de mayo de 2003 fue indultado por el presidente Eduardo Duhalde. Seineldín participó en la Guerra de Malvinas al mando del Regimiento Nº 25 de Infantería y formó parte de la línea “nacional” del Ejército.





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