Yoga es la afirmación valerosa del anhelo de alcanzar empíricamente la coincidencia entre lo profano y lo sagrado, entre el fragmento y el Todo, el tiempo y la eternidad. (Mircea Eliade).UNA LARGA HISTORIA.Hace muuucho tiempo… en el valle del río Indo, al pie de los Himalayas, en territorios de lo que hoy es India y Pakistán, hubo una civilización protohistórica notablemente avanzada que representaba, en figuras de cerámica, a personas y divinidades en ásanas o posturas de Yoga. Esos objetos fueron hallados en nuestra época por investigaciones arqueológicas realizadas en Mohenjo Daro, que dataron su procedencia en la cultura dravídica, cuya antigüedad se remonta a maaás de 5.000 años a.C., es decir, muy anterior a la invasión de los arios o indoeuropeos que se produjo alrededor del 1.500 a.C.El origen del Yoga se adentra en la bruma del pasado. Para dar un orden a su multimilenaria historia, comenzaremos por establecer un Período Arcaico anterior al 2.500 a.C., caracterizado por la transmisión oral de maestro a discípulo. Con tanta antigüedad no podían faltar las leyendas, como una muy bella en la que el compasivo dios Vishnu enseña la sabiduría del Yoga al mítico rey Manu.Entre el 2.500 y el 500 a.C. situamos el Período Védico. Luego de la irrupción de los arios en el norte de India, en el valle del Ganges se formó la cultura indo-aria, en cuyo seno fueron escritos en sánscrito los Vedas, o himnos del conocimiento, considerados entre las escrituras más antiguas de la humanidad. Ellos “mencionan el Yoga por primera vez, el prana y su vinculación con la respiración y los centros y canales psicoenergéticos en el cuerpo humano”, dice el maestro Yogananda. Y es en los Upanishads, la última parte de los Vedas, donde se describen técnicas, se fundamenta este conocimiento y de donde deriva el Vedanta que es su cuerpo filosófico. Hacia el final de este período encontramos el Mahabharata, poema épico atribuido al sabio Vyasa, que contiene el Bhagavad Gita, “la más amada de las escrituras de la India acerca del Yoga, que ofrece un método inmemorial para obtener la felicidad y el éxito equilibrado en la vida cotidiana”, agrega el citado maestro.Alrededor del 200 a.C. se sitúa el Período Clásico con los Yoga Sutras del sabio Patanjali, quien reunió y sistematizó los principios del Yoga en 195 aforismos o sutras, como un sistema independiente que se ha desarrollado y difundido en siglos posteriores gracias a las explicaciones y comentarios de varios estudiosos.Lo que se ha dado en llamar Período Post Clásico se extiende desde el 200 a.C. hasta… nuestros días! Sus textos más significativos aparecieron entre los siglos VI y XV de nuestra era, como el Hatha Pradipika y el Gheranda Shamita, entre otros, verdaderos manuales de Hatha Yoga que consideran la estabilidad física y mental como necesaria para el camino ascendente del Raja Yoga. En ellos se describen los recursos para obtener dicha estabilidad: ásanas o posturas, pranayama o administración de la energía con la respiración, mudras o gestos específicos, bandhas o cierres de plexos y meditación como contemplación.A partir de la colonización de la India por Gran Bretaña, entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, algunos investigadores europeos comenzaron a publicar artículos sobre el Yoga, pero su verdadera difusión en Occidente comenzó a finales del XIX, como veremos en la próxima nota.¡Uuuhhh…! ¡Como diez mil años en una hoja A4! Yoga es siempre, es ahora, es PAZ. Namasté.Colabora: Ana LabordeProfesora de Yoga [email protected]





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