Nuestro lenguaje es una herramienta muy importante en la vida.Las palabras que utilizamos no son inocentes y están estrechamente relacionadas con nuestras creencias. Todas las teorías que expresamos son construcciones que realizamos para explicar nuestras realidades, en las que influyen nuestras creencias y nuestra actitud.Ahora bien, ¿poseemos estas creencias y actitudes en virtud de las palabras que utilizamos o utilizamos estas palabras debido a nuestras creencias y actitudes? ¿Qué viene primero, el huevo o la gallina?Según White y Epston “Las historias que crean las personas sobre sus vidas determinan tanto la atribución de significado a sus vivencias como la selección de los aspectos de la experiencia que van a expresarse; estos relatos son constitutivos o modeladores de las vidas de las personas”.Sin duda la influencia es recíproca, la manera en que nos expresamos afecta nuestra actitud a la vez que nuestra actitud condiciona como nos comunicamos.El arte de la comunicación es sumamente amplio y comprende varios aspectos: lo que decimos (palabras); como lo decimos (tono, etc.) y como actuamos (los gestos, las expresiones corporales y faciales).Quisiera enfocarme en lo que decimos, las palabras, el lenguaje.Nuestro cerebro entiende mejor los mensajes expresados en forma asertiva que los expresados con un lenguaje negativo.Si digo al lector que piense en una playa con un mar calmo, inmediatamente su cerebro acudirá a los archivos que contienen la representación de lo que para usted es una playa con mar calmo y la visualizará. Ahora bien, si digo al lector que no piense en una playa su cerebro prescindirá del no y buscará el archivo con la representación correspondiente y lo visualizará. Omitirá el no completamente.De un estudio realizado en niños de un colegio, se comprobó que sustituir los carteles que indicaban “no gritar”, por otros que decían “hablar en voz baja”, resulto mucho más efectivo.Cuando nos expresemos, pongamos especial cuidado en hablar en positivo, manifestando asertivamente lo que queremos. Esto nos permitirá, corrernos de la “actitud de queja” y reclamo para pasar a la acción y que comience a manifestarse lo que verdaderamente deseamos. Colabora: Valeria [email protected]





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