En algún viaje que hemos hecho con mi esposa sucedió que algunos empleados de hotel o taxistas, o remiseros, o vendedores, etcétera, viendo el hecho de que éramos “de afuera o forasteros”, buscaron la manera oportuna y atrevida de cobrar más por el servicio que nos daban.Nunca en esos casos la cantidad de dinero que nos sustrajeron fue importante y en general no afectó nuestra economía, la mayoría de las veces fue descubierta por nosotros tiempo después de producida la pequeña “estafa”, dejándonos un sabor amargo del suceso para luego de un tiempo reírnos.Casi todos los aprovechadores mostraban una cara de satisfacción, y si descubríamos en el momento la “pequeña estafa” nuestra respuesta era quedarnos paralizados sin saber cómo actuar, para no romper el encanto de la “buena onda” de las vacaciones. No importó en estos casos la suma del dinero, pues no enriquece al victimario ni empobrece a la víctima, o sea nosotros, pero estos hechos sí empobrecieron aún más al pequeño estafador, que hace esto como si fuera una gracia y el premio monetario su justo pago. Estos actos aparentemente inocentes y casi folclóricos de casi todo el mundo, producen un mayor daño a quien los ejecuta, es un daño subterráneo aparentemente imperceptible que va minando y destruyendo poco a poco el valor de la “honestidad y honradez”.Estas dos palabras que representan valores sanos y elevados asustan, porque hoy en día, si bien no es difícil encontrarla, mucha gente se retrae a mostrarla por pensar que son valores antiguos y retrógrados.“El examen era difícil y Marina lo sabía, también no pudo estudiar lo suficiente, se levantó, desayunó, fue al colegio temprano y preocupada.“Al llegar estaba sola, quiso estudiar un poco pero no lo logró, de pronto vio la carpeta azul de la profesora que le iba a tomar el examen en el piso, la abrió y observó todas las respuestas.“Luego de un tiempo se escuchó un -Adelante- de la directora, la puerta se abrió y allí estaba Marina, parada con la carpeta azul entre las manos. Caminó unos pasos, entregó la carpeta y se retiró.“El día en que entregaban los resultados de los exámenes la dirección del colegio citó a los padres de los alumnos, Marina estaba nerviosa y todos lo notaron, pero nadie sabía por qué. Una lágrima mojó su carita cuando la profesora la miró y simplemente dijo: ‘Marina, sacaste un cuatro en estudios sociales’.“Entonces, pasando un brazo sobre el hombro de la triste niña relató a la concurrencia cómo Marina había devuelto la carpeta, sin haber copiado una sola palabra, a lo que agregó: ‘Marina, seguro que en pocos días levantarás esta nota, pero quiero decirles a todos que el diez que has sacado en dignidad es tuyo para siempre y nos llena de orgullo a todos’.“Fue la primera vez que un fuerte aplauso premió a alguien que había sacado un cuatro en estudios sociales”. (Extracto) El examen de Marina-M. A. Zugasti Mora.Cuando hablamos de honestidad no sólo nos referimos a “ser buenito” como muchas veces se ironiza sobre este valor, sino que significa la edificación de una vida sobre bases sólidas donde se construye la dignidad propia, buscando la verdad en uno mismo y con respeto hacia la dignidad ajena.Debemos empezar a edificar la honestidad en la familia desde pequeños, como dar el vuelto justo, no copiar en los exámenes, el peso exacto en la balanza, el verdadero kilometraje en los viáticos, la real cantidad de horas trabajadas, debemos mostrar la verdadera intención y el propósito de nuestra mente.Si no tenemos una vida práctica correcta, con el tiempo llegaremos a producir grandes engaños en nuestra vida, como diría Buggy el aceitoso , personaje cómico de Fontanarrosa, “Así se empieza”.“Un emperador convocó a todos los solteros del reino para buscar pareja a su hija y les dijo: Les doy una semilla diferente a cada uno, luego de seis meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, la más bella ganará la mano de mi hija, y por ende el reino. “Un joven que plantó su semilla no le germinaba, mientras que todos los demás jóvenes no dejaban de hablar y mostrar las hermosas plantas y flores que habían sembrado en sus macetas. Llegaron a su fin los seis meses y todos los jóvenes desfilaban al castillo con hermosísimas y exóticas plantas, presumiendo de ellas, salvo este joven que iba con la cabeza baja, muy avergonzado y con su maceta vacía.“El Rey inspeccionó las macetas admirando las plantas, llamó a su hija y al joven de la maceta vacía, todos quedaron sin habla; y dijo: ‘Éste es el nuevo heredero, a todos les di una semilla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plantas. Este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, leal y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece”. Extracto. Autor anónimo.Conocemos al honesto porque no hace “alharaca” a los cuatro vientos de su transparencia, sino porque lleva una vida tranquila y clara, sin contradicciones entre lo que piensa, lo que dice y sus acciones.El honesto suele tener en claro qué clase de persona es, sus virtudes y defectos, siempre realiza su mejor esfuerzo en su trabajo, con su familia, con su profesión, con su persona, en los negocios; se equivoca como todos pero sabe rectificar su camino, reparar las heridas que produjo y pedir perdón. El honesto muestra sus ideas claras y también sus dudas, admite su condición de imperfecto que a diario tiene que aprender para mejorar, tiene dignidad y sabe que debe respetar la dignidad de otros, su mejor propaganda es su ejemplo. ¿Tiene algún valor ser honesto hoy día?, pareciera que no, la viveza y el acomodo se han transformado en valores que encubren la mentira y el engaño, muchos argumentan que siendo honestos se sienten como tontos o desubicados, el “guiño de un ojo” que significa “tener algo escondido como sorpresa o un as en la manga” es lo habitual.Creo finalmente que ser honesto es la mejor elección que podemos realizar, aunque actualmente muchos dudan de esto. Si hoy finalizo mi día siendo leal a mí mismo, sin traicionar mis valores y mis creencias, sin dejar de ser profundamente lo que soy sólo para quedar bien ante otros o para tener algo a contramano, este día para mí será un día ganado y exitoso.Deseo tu opinión:[email protected]





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