Todos los seres humanos poseemos un “capital” que no es monetario ni de propiedades, es mucho más importante, y está formado por el total de las ideas y pensamientos que vamos asimilando en nuestra mente a lo largo de la vida, con el aprendizaje y el resguardo de ellos en nuestra memoria.Cada idea está formada por uno o varios significados, que los volcaremos en “palabras y hechos” al comunicarnos, de esta forma cada uno de nosotros elaborará su diccionario particular de significados. Además cada idea con sus significados están firmemente unidas a nuestras emociones, sentimientos, valores y las creencias espirituales, por ejemplo si insulto a alguien mis sentimientos de odio y desdén lo acompañan.La actividad de pensar es fácil, ya que nuestro cerebro es como una máquina que está permanentemente “enchufada” pensando; pero darle “calidad y sabiduría” a lo que pensamos es otra cosa, es mucho más difícil.A muchos le sucede que se dejan atrapar por la ley del menor esfuerzo y son llevados por la idea más cercana y fácil que aparezca, como la que percibimos en la televisión, en la radio, en un diario o una revista, en un discurso o de un colaborador, de un amigo o un compañero o de un ídolo.Es como dejarse llevar “flotando” haciendo la plancha en un océano de ideas y creencias, sometiéndonos a la marea más fuerte. Pero “es otro cantar” cuando meditamos y reflexionamos sobre un tema, dándole profundidad, buscando no el camino fácil sino una senda novedosa y creativa.Más difícil y más profundidad tendrá si ponemos las ideas en práctica y actuamos conforme a ellas, todas las buenas intenciones que tenemos se ven sacudidas frente a los retos, los éxitos, fracasos y experiencias de vida. Todos anhelamos ser exitosos, cumplir nuestras metas, lograr nuestros objetivos, pasarla bien y satisfacer nuestros deseos, pero cuando estamos buscando todo esto la realidad nos pone a prueba.No pensemos que no pasa nada simplemente porque no vemos un crecimiento, o no escuchamos un zumbido dentro nuestro, las grandes cosas suelen crecer en silencio; ¡avanza lento pero seguro!, tienes una meta…, un deseo…, avanza por el camino lento, pero no te detengas y lo lograrás.Nuestros valores con los que enfrentamos los hechos diarios son impactados y movilizados en mayor o menor medida, los significados bien edificados que poseemos con los que formamos nuestras ideas están prestos a cambiar, los principios que construimos con la mayor pureza se sienten desgastados y manchados con nuestras decisiones, como por ejemplo una decisión puede rozar por fuera lo que creemos sobre la honestidad.Nuestras emociones en principio optimistas y positivas pueden convertirse en pesares y tristezas, que nos pueden enterrar en depresiones y enfermedades, queremos sacar lo mejor de nosotros pero hacemos a menudo lo peor. Nos es difícil encontrar la senda donde transcurrir sin destruir nuestros valores, como la fidelidad, pero el reto lo vale, la vida abundante con la verdadera felicidad no está al alcance de la mano, sino que hay que construirla día a día, comparando y reflexionando.Somos a veces impacientes y queremos cumplir nuestros objetivos rápidamente, pero el tiempo la mayoría de las veces nos coloca en nuestro lugar, y como un metal ardiendo nos templamos verdaderamente al enfrentar los fracasos.“Se dice que la reacción frente a la adversidad y el fracaso se asemeja a poner distintos elementos al hervir, reflejando cada uno distintas actitudes.Los huevos llegan al agua hirviendo frágiles, pero luego se endurecen, la zanahoria llega fuerte y dura al agua hirviendo pero se ablanda perdiendo su fortaleza.Los granos de café luego de hervir van cambiando el agua alcanzando un buen aroma y sabor, sin dejarse vencer y mejorando todo a su alrededor”.Si nos rendimos ante el fracaso nos amargaremos, rabiaremos, estaremos envidiosos, aflorará nuestro odio y a veces nuestra deshonestidad, ante la adversidad podemos endurecernos, ablandarnos o lograr nuestro mejor sabor.Al vivir también buscamos nuestra salud y la de los nuestros, pero diariamente nos despachamos en contra de ella con nuestra dosis de estrés, de grasas, de sedentarismo, de insomnio, de malhumor y amargura, de excesos de comidas, alcohol y de tóxicos. El genial Benjamín Franklin, inventor, luchador, periodista, fue un hombre feliz, enamorado de la vida, optimista y con buen humor, cuyo lema era que “la alegría es la piedra filosofal que todo lo convierte en oro”, pues había optado por vivir y actuar de acuerdo con los valores y principios que sentía debían guiar su vida. ¿Y cuáles son esos valores y principios que nos podrán poner en sintonía con una vida feliz y llena de bendiciones?, el primero y más importante es desarrollar nuestra espiritualidad que nos dará el verdadero sentido de la vida, y conectará nuestra existencia con el generador de la vida y todo lo que vemos.Debemos ir abandonando lo más rápidamente nuestro egoísmo, posibilitándonos ser más humildes, servir en vez de buscar ser servidos, además de ser agradecidos, y por sobre todo tener amor.“Durante años fui un neurótico, angustiado, deprimido y egoísta. Todo el mundo insistía en decirme que cambiara, recordándome lo neurótico que era. Y yo me ofendía, aunque estaba de acuerdo con ellos, y deseaba cambiar, pero no me convencía de la necesidad de hacerlo, por mucho que lo intentara.Lo peor era que mi mejor amigo tampoco dejaba de recordarme lo neurótico que estaba, y también insistía en que debía cambiar. Y también con él estaba de acuerdo, aunque tampoco podía impedir ofenderme con él. De manera que me sentía impotente y como atrapado.Pero un día me dijo: “No cambies. Sigue siendo tal como eres. En realidad no importa si cambias o no, yo te quiero tal como eres y no puedo dejar de quererte”. Aquellas palabras sonaron en mis oídos como música: “No cambies. No cambies… Te quiero”.Entonces me tranquilicé, me sentí vivo. Y, ¡oh maravilla!, cambié. Ahora sé que en realidad no podía cambiar hasta encontrar alguien que me quisiera. ¿Me quieres Tú de esa manera, Dios mío?”. Cuento de Anthony de Mello. No debemos olvidar la regla de oro “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.Deseo tu opinió[email protected]
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